La iglesia católica del Vicariato Apostólico Puyo, con el apoyo del Proyecto MISEREOR cristalizó un sueño que se hizo realidad en la comunidad de Sarayaku, es así que el 19 de mayo fue bendecido e inaugurado el puente sobre el río Bobonaza por el Obispo de Puyo Monseñor Rafael Cob.
Como es de conocimiento público, el anterior puente fue destruido por las inundaciones y creciente del río Bobonaza, que en tiempos de pandemia hubo en la cuenca de este río, el desastre natural se llevó varios puentes como también el de la comunidad de Pakayacu.
Los dirigentes realizaron varias de las gestiones tanto a las entidades del gobierno nacional, como también a los gobiernos seccionales, pero lamentablemente, dijeron que nunca fueron atendidos, hasta que fue la iglesia la que medió para que este sueño será realidad.
Sarayacu presentó un proyecto a la Organización Eclesial MISEREOR de la Iglesia Católica y con el aval del Obispo de Puyo, y fueron atendidos, por ello le dan gracias a Dios por esta obra social tan necesaria para los pueblos indígenas que están junto a los ríos y que los puentes son fundamentales para su vida comunitaria , de comunicación y desplazamiento de su gente como el poder pasar de una parte a otra en este caso para los jóvenes ir al colegio o la gente para salir por vía aérea y poder llegar a la pista de aterrizaje.
El pueblo de la parroquia de Sarayacu lo celebró con gran gozo y alegría agradeciendo a la Iglesia y a todos los que hicieron posible está construcción valiosa en medio de sus fiestas de la Pachamama que estos días están celebrando como pueblo defensor de la Madre tierra y la selva Amazónica.
El Obispo tuvo que asistir para la bendición y entrega de la obra, donde recibió el cariño de la gente que como muestra de agradecimiento le hicieron la entrega de un presente y también para la organización MISEREOR.
El Obispo dio, así mismo que espera que el Gobierno se sensibilice con las otras comunidades como Pakayacu que se quedó sin puente en aquellas inundaciones en tiempos de Pandemia y reponga los puentes destruidos, que es el clamor y necesidad de la gente.