– ¡Qué fue, compadre Indiscreto! ¿Ya probó la rica y deliciosa fanesca? Plato tradicional de nuestra gastronomía ecuatoriana, que uno no puede dejar de degustar en esta época de Semana Santa.
– ¡Ahora si no me invita! ¡¿Cómo quiere que pruebe?! Usted, compadre Ulbio, se está volviendo cada vez más coño. ¡¿Qué le cuesta invitar a los panas?! Y sobre todo a su compadre predilecto.
– El coño es usted, compadre. ¿Por qué no va y compra los ingredientes y le pasa a su pelada para que le prepare? ¡A ver, ah! Eso es lo que hago yo, mi esposa me dijo: “me traes los ingredientes y yo te preparo”. Haga usted lo mismo.
– ¡Ya ve como es usted de egoísta! Y dice que es mi compadre. ¿Por qué en vez de duplicar esfuerzos, no dice mejor: “unamos las familias y hagamos una sola olla”, ah? Así abaratamos costo, fomentamos la unidad y la fanesca hasta más rica ha de quedar. En vez de fomentar el individualismo y que cada cual coma por su lado.
– ¡¿Cierto no?! No se me había ocurrido esa idea; pero ya que usted lo dice… ¡Venga!
– ¡Qué se la va a ocurrir! Si las cosas buenas no se le ocurre; solo el egoísmo, la división y el individualismo. Ya está igualito a nuestras autoridades de la prefectura y el municipio, que hacen el mismo trabajo, pero cada cual por su lado.
– ¡Y, ¿cómo es eso que hacen el mismo trabajo, pero cada cual por su lado?! A ver, explique; porque, hasta donde yo conozco, cada quien tiene competencias diferentes.
– Pues aquí parece que los dos están en la misma competencia; porque el uno hace una minga por los barrios, el otro también y por el mismo barrio que ya pasó el otro.
– ¡Ele chuta! Entonces el barrio ha de quedar una belleza con doble minga, pues.
– Uuuu, compadre. ¡Si pasan una mano de brocha que parece que ha sido de pintura de agua! Que apenas llovió todo se desvaneció. ¡Ele! ¡Solo sirvió para la foto! Y el barrio hecho fanesca, jeje.
– ¡Chuuuta, compadre! ¡Qué pacotilla!
– Luego, al uno se le ocurre plantar árboles, al otro también. Que dizque, bajo el pretexto que tienen un proyecto que se llama “sembrando” para reforestar por toda la provincia, tienen todo el derecho, como movimiento Semilla, de plantar la semilla de árboles por todas partes.
– ¡Chuuuta, compadre! ¡Cuánta ecología!
– También al uno se le ocurre recuperar las cuencas hídricas que para que no se nos acabe el agua, al otro también; que, porque el cuidado del medio ambiente está dentro de sus competencias. Y así, sustantivamente.
– O sea, cada quien por su lado, en vez de sumar esfuerzos, unir presupuestos, abaratar costos y hacer una sola campaña.
– ¿Ya ve, compadre? ¡Usted sí piensa cuando hace un esfuerzo! Al fin, la que saldría ganando sería la población, que es lo que importa. ¡Pero no! Igualito a usted con su fanesca. En lugar de hacer una sola olla que alcance para todos.
– Es verdad que quien sale ganando sería la población, pero eso cuando se trabaja por el bien del pueblo y no con cálculos electorales. Pero ellos no piensan así… ¡¿No ve que el uno dice que aspira llegar a la prefectura y el otro en cambio que quiere reelegirse?! Entonces, ¿cómo pueden unirse y hacer una sola olla de fanesca, si los gustos son diferentes?
– Ahora más, hablando en términos de fanesca, el bagre lo ha puesto el director de Gestión Ambiental, al prohibirle a la prefectura a que siembre árboles en la zona urbana, ya que para ello tiene que sacar permiso al Municipio, cosa que no le van a dar; y que, si ellos quieren también sembrar, que lo hagan, pero bien adentro. Pero sale la vocera de la prefectura y responde que ellos pueden regalar árboles a quienes les da la gana porque tienen su propio vivero, así que al que pida se le dará.
– Eso si ya me supo a bagre con harto limón, bien agrio. Ya empezaron con los dimes y diretes que, en vez de hacer fanesca, salen haciendo mazamorra, porque la terminan embarrando más, jeje.
– Y hablando de mazamorra, ¿si vio la embarrada que le han pegado al Gobernador?
– ¡No, compadre! A ver, cuente…
– Que le han dado un ultimátum para que cambie de tenientes políticos, porque la gran mayoría son solo de Semilla. Y, entonces, los de ADN se han emp… digo, molestado. Y también en las comunidades, que le reclaman que tienen que ser personas del territorio, porque todos pasan haciendo mandados en la Gobernación y no llegan a las comunidades. Así que le han dicho al gober; o nos cambia o nos tomamos la Gobernación.
– ¡Jesús, santo cristo redentor! ¡Llegaron las amenazas! ¿y que ha dicho el gobernador?
El gober ha dicho que no quiere que le boten, que le den unos días de plazo para poder hacer y mandar nuevas ternas a Quito, donde no se incluya a los semillitas.
Y ¿será que les cumple?
– ¡Ahí, si no sé compadre! Porque, como dicen que hay un arreglo entre semillitas y gobierno, entonces, no sé.
– Ahí si me dejó pensando compadre
Por eso le digo que usted se parece a los semillitas, que quiere la olla de fanesca solo para usted y no invita, y luego me dice: “si quiere comer, prepare”, jeje.