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La utilidad de la filosofía en la política

por Andres Ortega

Hubo gobernantes y filósofos destacados de la historia que dejaron un extenso legado sobre la ciencia y el arte de gobernar. La filosofía es una forma de explorar el pasado humano para encontrar respuestas a los problemas de hoy.

A propósito de la coyuntura nacional actual, en el set de entrevistas de El Observador, se abordó variados temas relacionados a política y filosofía, desde la vida y obra de grandes pensadores como fueron Platón (Grecia), Marco Aurelio (Roma) y Confucio (China), junto al director de Nueva Acrópolis Pastaza, Adrián Ramos.

La política desde el punto de vista de la filosofía, es una ciencia y un arte que permite la conducción armónica de una agrupación humana, para llevarlos desde sus necesidades básicas hasta los más nobles ideales. Y en ese camino de elevación se desarrolla el arte de la convivencia, en orden, en paz y trabajando juntos para llegar a un estado de bienestar común.

Con esos antecedentes, hablamos sobre la vida del filósofo Confucio que asesoró al gobernante de su época y su reino alcanzó la prosperidad lo que despertó la envidia de las poblaciones aledañas. Tras un largo camino de reflexión, descubrió que la política es para la sociedad, lo que la ética es para el ser humano. Recomendó que el gobernante debe poner en práctica sus palabras y luego hablar basado en sus acciones.

Platón, uno de los filósofos que sentaron las bases de la cultura occidental, cuyos textos y enseñanzas siguen vigentes hasta la actualidad, tras haber recorrido parte del mundo y una vida entera dedicada al estudio y al entendimiento del comportamiento político humano, llegó a la conclusión de la importancia de fundar escuelas de filosofía para contribuir a la formación integral y profunda del ser humano para que luego pueda aportar en la actividad política desde diferentes sectores de la sociedad.

Marco Aurelio considerado el último buen emperador de Roma, ya que salió airoso, pese a las vicisitudes que tuvo que enfrentar: epidemias, muerte de seres queridos, traiciones y más. Fue un ejemplo inspirador ya que se despojó de los lujos para afrontar las dificultades económicas que le tocó vivir y renunció a sus gustos personales en función de cumplir la misión de servir a la sociedad y el bien común. En su libro “Meditaciones” se recogen algunos consejos de lo que debe ser un gobernante, por ejemplo, la transparencia, la coherencia entre lo que se piensa, se dice y se hace, además del autodominio (templanza) para tolerar las adulaciones y las críticas sin fundamento.

En definitiva, el buen gobernante nace y se hace. Nace porque todos tenemos un tipo de alma predominante (racional, irascible y concupiscente) con características innatas para cada función en la sociedad y también necesita una elevada formación teórico-práctica para la delicada tarea de conducir una población, ciudad o Estado.

Pero la política la ejercemos todos (el hombre es un animal político según Aristóteles) y todos podemos colaborar en política social rechazando cualquier forma de corrupción que tenemos a nuestro alcance en el día a día. Así lograremos inspirar a otros y algún día, construir un mundo mejor. Puede ver la entrevista completa en el siguiente link: https://www.facebook.com/elobservador2007/videos/740645567886009

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