La vice prefecta electa de Pastaza, Lineth Rosenda Calapucha, nació en la comunidad de Shiwacocha (cantón Arajuno -1985), de una familia humilde, pero con muchos valores.
Aunque su camino estuvo lleno de obstáculos, ya que salir a estudiar en la ciudad requiere sacrificio, siempre recibió el apoyo de sus padres Samuel Calapucha y Ernestina Cerda. Es segunda de 10 hermanos.
Su abuelo fue el fundador de la comunidad y en su honor le pusieron el nombre de la escuela Santiago Calapucha de Shiwacocha, donde Lineth cursó sus primeros estudios. Luego en Puyo, se graduó en la Unidad Educativa Amauta Ñampi. Fue exitosa deportista en la disciplina de Judo, logró varias medallas a favor del establecimiento educativo. Más adelante se trasladó a Cuenca donde obtuvo la licenciatura de Ciencias de la Educación y Culturas Amazónicas.
En su trayectoria ha sido docente, funcionaria del Ministerio de Educación en varias ciudades y también en el municipio de Arajuno. Fue allí que, a la par de sus actividades profesionales, empezó en la vida dirigencial y organizativa. Es así que estuvo como representante de las mujeres en la Asociación de Comunidades Indígenas de Arajuno (ACIA), con muchas dificultades porque había violencia de género.
Pero esta agresión la ha vivido desde que llegó a la ciudad, no solo de los mestizos, sino de los compañeros de las propias nacionalidades. Con tono de nostalgia, cuenta que hubo burlas hacia los compañeros que no podían hablar bien el español y cosas así por el estilo. Nunca bajó la mirada y tampoco dejó de sentir orgullo de sus raíces ancestrales.
Acude a la entrevista sin una gota de maquillaje, pero con adornos de la nacionalidad kichwa: aretes de plumas de colores, collar de semillas, blusa blanca y falda azul marino. Mantiene su larga cabellera azabache recogida en un moño. Su pareja sentimental, Mariano Gualinga (nacionalidad Sápara), lo acompaña en todo momento. Es madre de cinco hijos y fue uno de ellos, Amarun, quien le dio ánimo para aceptar la candidatura.
Al prefecto electo André Granda, lo conoció como funcionario de la Defensoría del Pueblo, trabajaron en varios procesos, no eran amigos, pero lo veía como un hombre respetable, por lo que cuando recibió la propuesta para unirse al proyecto político, lo analizó, vio que personalmente coincidía con los principios del movimiento Semilla y una vez conversado con su familia y allegados que le brindaron apoyo, decidió aceptarlo.
Sabe que tiene una gran responsabilidad sobre sus hombros, dejar un legado de su gestión será un reto, ya que quienes le han antecedido en las funciones de la vice prefectura, no han dejado nada para recordarlos. El compromiso es que se encargará del área social y en cuanto a cooperación internacional. “Será embajadora de la provincia” ha expresado el prefecto electo en varias declaraciones públicas.
OBSERVACIONES
- Uno de los proyectos en los que trabajará, es en la construcción de una casa de acogida para las mujeres víctimas de violencia intrafamiliar, donde se brindará ayuda integral y demás, complementará con procesos de concientización en los territorios, que es donde nacen estos problemas sociales.
- Tiene también la intención de trabajar con un proyecto de plantas medicinales y becas para los jóvenes estudiantes que tienen la capacidad intelectual, pero carecen de recursos económico.