– Hola, compadre Indiscreto. ¿Para dónde va tan apurado?
– Me voy a comprar una cosa fundamental.
– ¿Ah sí? ¿Y se puede saber qué es esa cosa fundamental que va a comprar?
– Claro, compadre Ulbio, un gorro.
– ¡¿Y un gorro es fundamental?!
– ¡Pues claro! ¿Qué no ve que un gorro es una funda para la mente? O sea, “funda-mental”.
– ¡Bah, compadre! Yo no creo que la mente necesite una funda.
– Eso es porque usted no cuida su mente; pero yo sí, porque gracias a la mente he aprendido muchas cosas, como por ejemplo a hablar en inglés.
– ¡No me diga que domina usted el inglés!
– Por supuesto, compadre.
– A ver , ¿cómo se dice “pan” en inglés?
– “Bread”.
– ¿Y cómo se dice “qué”?
– “What”.
– ¿Y panqueque?
– Pues, lógicamente “breadwhatwhat”.
– Mmmmm… Este, bueno… hablar inglés es fundamental hoy en día…
– Ni tanto, compadre. Eso depende; por ejemplo, para otras personas es fundamental hablar el andoa o andoense… o como se denomine aquella lengua…
– ¿Y por qué puede ser fundamental para alguien hablar el idioma andoa?
– Pues, para ser Andoa, lógicamente. ¡Cómo puede alguien definirse como Andoa si no habla la lengua andoa! ¡Y mucho menos ser dirigente!
– Ah, eso sí; porque yo he escuchado que una ex dirigente de esa nacionalidad no domina la lengua.
– Bueno, la lengua sí domina; porque para ser dirigente hay que dominar y manejar bien la lengua, y mucho más para ser dirigente por tantos años… Lo que nunca se le ha escuchado es pronunciar palabra alguna en la lengua de los Andoa; es decir, una cosa es la lengua andoa y otra muy distinta la lengua politiquera.
– Chuta; pero cómo puede ser posible que la dirigente de una nacionalidad no hable la lengua de esa nacionalidad.
– Afortunadamente, compadre, la nacionalidad Andoa ha elegido ya una nueva directiva, con un dirigente que sí domina la lengua andoa; pero como las mieles del poder son tan pegajosas, la anterior dirigente no quiere despegarse del poder y anda por ahí maquinando para seguirse perpetuando como máxima lideresa de aquel pueblo.
– ¡Ah, el poder! ¡El poder! ¡Hasta cuándo tendremos que lidiar con el poder!
– No solo lidiamos con el poder, sino también con el no poder; o sea, cuando alguien llega a un espacio de poder para no poder.
– Explíquese, compadre; no le entiendo…
– Pues yo tampoco entiendo, no sé por qué algunos se apuran en llegar al poder si no pueden con éste. ¡¿No ve?! El señor presidente del comité de fiestas de provincialización invita a las ex glorias del deporte para hacerles homenaje y llegado el momento no les da ni agua…
– Ah, sí… ¡¿Para qué les invitan si no les van a dar nada?! Es como dicen: yo te ofrezco pero busca quien te dé.
– Tiene toda la boca llena de razón, compadre Ulbio; si a uno le ofrecen un reconocimiento, por lo menos espera un cartoncito o una medallita y no… ¡Toma tu yuca de oro!
– Esos directivos sí que necesitan de una funda mental.
– ¿Ve compadre? Cuán importante es comprarse una gorrita, no solo para que no queme el sol sino también para que las ideas no se evaporen.
– Sí, compadre Indiscreto; ya veo que es fundamental tener una gorra y hablar otro idioma.
– Pues claro; pero el idioma que tenemos que hablar es el de la sinceridad, el de la honestidad el de la solidaridad… ¡Eso es lo fundamental! ¡Eso es lo que nuestro pueblo necesita! Y no solo el de las aspiraciones personales egoístas de quienes llegan al poder.
– Pero bueno, compadre; yo creo que lo fundamental ahora es pegarnos un volqueterito.
– Pues, ya que invita… ¿quién dijo miedo?