Mereña de corazón y nacimiento, aunque resalta que pertenece a la parroquia Shell. Su trayectoria es amplia y en una variedad de ámbitos, que van desde lo social, pasando por el empresarial y hasta político, pero indudablemente, es el educativo, lo que más le apasiona y al que ha dedicado más tiempo de su vida.
Sus padres de Esmeraldas y su madre de Riobamba, se radicaron en la Amazonia por motivo de su trabajo en la ex hacienda Te Zulay. Olguita Quiñonez, nuestra invitada, cuenta que conoció las plantaciones, en todo su esplendor y recuerda que los propietarios eran de Brasil, aunque nos revela que primero, la empresa se dedicaba a la producción de caña y luego fue del Té.
Menciona que la empresa dio trabajo a mucha gente y que incluso en ese tiempo, los niños de la escuela Cristóbal Colón ayudaban en la cosecha de las hojas del té y de esa manera, sacaban fondos para el paseo de fin de año.
Estudió en la escuela 12 de octubre (creada por los trabajadores de la entonces hacienda). El colegio, en San José de Tena y luego de cuatro años de formación, entró a trabajar en la misión de esa misma jurisdicción, por el lapso de dos años y más adelante, gracias a la intervención de su padre, consiguió su traslado para servir en su natal Shell, en el mismo establecimiento donde tuvo su formación primaria.
Por supuesto, con el recurrir de los años, se siguió actualizando en sus conocimientos hasta lograr la licenciatura en la Universidad de Bolívar. Precisa que, en sus tiempos, las maestras enseñaban de todo, incluso, costura, fútbol, canto, lógicamente el resto de asignaturas, mucho después llegaron los profesores especiales con las materias de música, dibujo, cultura física, laboratorio, inglés, etc.
Perteneció por muchos años al Movimiento Popular Democrático y eso le abrió la posibilidad de participar en política, fue dos veces concejal del cantón Mera y tuvo la oportunidad de trabajar en el mismo período del padre del actual alcalde, Gustavo Silva. En ese tiempo eran presidentes municipales. De Gustavo Silva (padre), recuerda que inició como trabajador de la hacienda Zulay, además, de que, aunque no tenía formación académica, si tenía los conocimientos, la capacidad y sobretodo la integridad para gestionar recursos y hacer buenas obras.
Con el pasar de los años, también fue compañera de Gustavo Silva (hijo), ambos fueron concejales en la administración del alcalde Alfredo Cajamarca.
No dejó de lado, su alma emprendedora también se dedicó a los negocios con la apertura del Hotel Esmeraldita y luego la Hostería Shell, con todas las comodidades, al que todos están invitados.
Goza ahora de la jubilación y la satisfacción de mirar a sus ex alumnos profesionales que están aportando en el desarrollo del país en diferentes funciones. A las autoridades pidió que cumplan su trabajo con responsabilidad, siempre respetando el derecho de los demás.