Por: Edwin Mosquera G.
Entendiendo la rusticidad de la época, en el 72 anno Domini, se invocaba la frase sacramental panem et circenses, precisamente para mantener felices a la población angustiada por las necesidades fundamentales, ofreciendo, por el gobernante, a cambio obediencia, confianza y ante todo mantenerse alejados de los problemas políticos, para disfrazar las falencias de la administración pública, muy notorias.
Tras varios intentos fallidos de agradar a un pueblo que critica la administración de la cosa pública, con varios desaciertos y por ahí uno que otro parche que inclusive han acarreado acciones penalmente justiciables, el coronado de plumas ahora a planteado contentar durante las festividades con unos paraguas de colores mal puestos (deben ser chinos), por ahí alquilar un globo aerostático y la cereza del pastel la casi nula programación de festividades barriales, centrales o cantonales que hicieron ver a la tierra del té y la pitahaya parezca algún pueblito de nadie.
Si se hubiese consultado al pueblo que quiere, unas humillantes y desentonadas fiestas o que se les dote del líquido vital (agua no chicha), creo que la respuesta está sobreentendida, si se hubiese consultado al pueblo, que quiere que se arregle el elefante blanco del parque o subirse en un globito, la respuesta es obvia o que quieren que se gasten más de ciento cuarenta mil dólares en una semana o que se arreglen las vías en las que ellos mismos se tropezaban en el desfile, la respuesta sería obvia.
Asombra aún más, que se haya prostituido tanto las sesiones del Concejo Municipal que al puro estilo de circo de pueblo, se lanza mierda con ventilador al que es y al que no es, olvidando la solemnidad y celeridad de la misma, ahora resulta que un concejal, ente fiscalizador, a la voz de es que terceras personas manejaron las fiestas y los dineros, acusa a funcionarios sin prueba alguna; Señor su labor es; investigar, fiscalizar y argumentar lo que balbucea, no apuntar con el dedo sin fundamento.
Las festividades y el dinamismo cantonal se deberían enfocar en la calidad de sus eventos, mas no en el número de los mismos, que a decir de la gente que fue, ni las mismas autoridades asistieron, donde quedo la actividad económica, la promoción turística y de la fruta, si todo se enfocó en tapar baches cual leproso venda la putrefacta herida en su extremidad, esperando lentamente su deceso.
Me dueles querido pueblo, al ver que te tratan como ignorante y que ni siquiera de contentan con pan y circo, por que el pan está desmigado y el circo no alcanzó para el león y el gladiador, si no solo para un emplumado con lanza frente a una guatusa que enflaquecida solo cabecea al ritmo de un viejo tambor.
“Alcaldes y zapatos nuevos, a los tres días, aprietan menos. Lo malo que tiene un país donde el gobierno es débil no es la fuerza de la oposición, sino la memoria del electorado”. Anónimo.