Diferencia de opiniones se han vertido respecto al proyecto del GAD Parroquial de Shell de instalar una cancha de césped sintético en el Barrio Central, cerca del área donde funciona el templo, aulas y habitaciones que le pertenecen a la iglesia católica.
Su representante institucional Jairo Córdova en el set de entrevistas de El Observador, expresó su desacuerdo y para empezar aseguró que no ha recibido ninguna notificación para reunión o socialización alguna, siendo él una autoridad eclesiástica que representa a los miles de fieles que profesan la religión católica. En segundo lugar, enfatizó los varios motivos por los que les afectaría un campo de fútbol cercano.
Hay experiencias en otros barrios y el ruido es el principal elemento que irrumpe las actividades propias de una iglesia como son las misas, el catecismo a los jóvenes, entre otras actividades. Además, en el sitio hay religiosos que habitan, hay vehículos que ingresan y salen del garaje. Aparte que estos sitios destinados a encuentros deportivos, también son utilizados por gente que se dedica a libar, haciendo uso de parlantes con alto volumen. Se corre el riesgo de que un balón mal dirigido golpee a una persona desprevenida. En definitiva, hay una alta probabilidad de que se forme caos y conflictos que sería preferible evitar.
Considera que, si la intención es promover la práctica deportiva, en la parroquia, lo idóneo sería mejorar los espacios deportivos ya existentes en la zona, o en su defecto, buscar otro sitio donde no haya afectación.
Finalmente, se mostró abierto al diálogo y a ser partícipe de cualquier reunión para tratar el tema, se llegue a un consenso y, por ende, a la mejor resolución para la tranquilidad y bienestar de los actores involucrados en el caso.