Como tantas otras personas que han hecho patria en este rincón de la Amazonía Ecuatoriana, nuestra invitada nació en una ciudad de la Serranía ecuatoriana como es Pelileo, pero vino a la edad de un año y medio (1949), por lo que todos sus recuerdos están en Pastaza.
Recuerda que el traslado al Oriente era complejo. No había transporte público de pasajeros, venían en camiones que transportaban bebidas gaseosas. En ocasiones la lluvia era tan intensa se quedaban en la carretera con mucho temor de que el camión se vaya al precipicio ya que daba la impresión de que ya mismo se resbalaba.
Teresita Medrano ha aportado a la provincia desde dos frentes. Como profesional en ciencias de la educación y artista que representó dignamente a la provincia.
Su carrera en la docencia lo inició en el año 1969 en Rosario Yaku (comunidad San Jacinto – Unión Base). Llegar allá no era sencillo, no había ningún tipo de carretera, todo era chaquiñán donde abundaba el lodo.
Luego la trasladaron a la escuela Andoas, que desde ese entonces gozaba de gran prestigio. Tuvo la grata oportunidad de trabajar con compañeras maestras que amaban su profesión. Se llenó de la energía infantil al jugar, enseñar y en definitiva compartir junto a las niñas, lo cual le inyectaba una dosis de vida a su vida.
Su lado artístico, lo lleva en la sangre. Radio Pastaza hacía concursos en los que participaba, pero ya cantaba desde el colegio. Proviene de una familia de artistas. Nicolás Medrano Fiallos, su tío, era cantautor y su madre, cantante de pasillos. Es primera voz, por lo que se acoplaba fácilmente con otras compañeras que compartían la afición.
Triunfó en la música, recorrió distintos escenarios que compartió con figuras de renombre y cosechó muchos aplausos. Se destacó con el dúo Amazonas que lo formó junto a su madre (Mercedes Riofrío) Recibieron un sinnúmero de invitaciones para presentaciones en festivales a nivel nacional. Su nombre está plasmado en una revista (impresa décadas atrás). Conserva varias fotografías que avalan su trayectoria. Una de sus favoritas, es aquella en la que recibe un trofeo del famoso artista nacional Segundo Bautista.
Su esposo (fallecido) era de la ciudad de Quito, vino con motivo de la creación de la sucursal del extinto Banco La Filantrópica. Con él tuvo tres hijos, hoy profesionales que formaron sus hogares. Goza del beneficio de la jubilación y mantiene la alegría por la vida, aunque en perfil bajo. El tiempo ha pasado y las nuevas generaciones no han tenido la oportunidad de apreciar sus interpretaciones musicales.
Durante la entrevista muestra fotografías y reconocimientos. Mantiene su pasión musical. Le pedimos que nos deleite con un pedacito de alguna canción de su agrado e improvisa de una manera casi perfecta. Le gusta la música romántica, nos comparte unas estrofas del bolero “Flor de Azalia”.
Todo lo ha hecho por amor al arte, nunca vio a la música como una profesión lucrativa. Vivió momentos inolvidables, no obstante, lo único que le quedó pendiente es grabar los temas que cantaba. En aquellos tiempos no había las facilidades y hoy en día no tiene a alguien que le acompañe con la segunda voz. Sus hermanos Medrano Riofrío, también cantantes, si grabaron y se mantienen vigentes.
En su mensaje al final de la entrevista, felicitó a Semanario El Observador por el espacio dedicado a rescatar la memoria colectiva, las vivencias y experiencias de los personajes que han hecho historia y han aportado con su contingente a la ciudad y provincia.