Como es de conocimiento el Ecuador ha entrado en un proceso electoral y para el mes de agosto se vienen las elecciones anticipadas, en donde también se incluye una consulta popular por el Yasuní, en la cual los ciudadanos tendremos que decidir si el crudo se queda o no bajo tierra.
La tesis de que el petróleo se quede bajo tierra, ha sido una lucha de los sectores sociales desde hace varias décadas por considerar al Yasuní como un territorio más biodiverso del mundo, pero que, a pesar de ello, se optó por explotar el bloque 43 del Yasuní ITT.
El prefecto de Pastaza André Granda, en su tradicional rueda de prensa de los miércoles, se refirió al tema, señalando que el 40% del territorio Yasuní se encuentra en la provincia de Pastaza, como territorio de la nacionalidad waorani y también de varios pueblos no contactados en aislamiento voluntario, que consideran que la verdadera riqueza no es lo que está bajo tierra sino más bien lo que está por sobre la tierra, que es su selva, la naturaleza que es su fuente de vida.
En tal virtud, el Prefecto alaba que se haya planteado esa consulta como una iniciativa ciudadana para que nosotros pudiéramos decidir sobre el futuro del Yasuní, que por su parte en coherencia con la mega diversidad que existe en nuestra provincia, por la inmensa riqueza en nuestra flora y fauna, ha tomado la postura de decirle Si al Yasuní y apoyar la tesis que el petróleo se debe quedar bajo tierra.
Aclaró que, si bien es cierto, es una postura que la toma a título personal, pero que está dispuesto a sostenerla o argumentar mejor en cualquier circunstancia que la ciudadanía lo requiera.
En referencia a los recursos que la provincia podría estar perdiendo por tal decisión, señaló que, prácticamente eso no representa nada, que al momento la provincia no se beneficia de esos recursos porque no le está llegando nada, que la explotación del bloque 43 sobre el cual versa la consulta, significa apenas el 0,5% del presupuesto general del estado, por lo que el impacto es mínimo comparado con el cien por ciento del presupuesto nacional, considerando por el contrario el valor incalculable que tiene la biodiversidad que existe sobre tierra.
Argumentó además que, por los réditos del petróleo por la Ley Especial Amazónica, el gobierno aún le debe a la prefectura 13 millones de dólares que se viene arrastrando desde años anteriores y que ni siquiera eso ha podido cumplir, por lo cual, pensar que la falta de recursos nos va a afectar, verdaderamente eso no es así. Por otro lado, el Yasuní es parte del pulmón del mundo y destruirlo estaríamos causando un impacto mundial.