Esta semana ha vuelto a surgir la idea sobre la posibilidad del traslado del Museo Etnoarqueológico de la Ciudad, hasta las instalaciones del Complejo Turístico del barrio Libertad.
Edwin Aguirre, Administrador del Museo, señala que, aunque no comparte, respeta como el que más la decisión del alcalde Germán Flores, sin embargo, subraya que no será fácil mover las piezas de un día para el otro, puesto que se lo debe hacer con sumo cuidado y sobre todo con el consentimiento del Instituto de Patrimonio Cultural (IPC) porque ninguna pieza puede ser movida de donde está sin su autorización.
Otra de las observaciones que hace, es que el local dónde se piensa trasladar, no es el adecuado porque no cuenta con suficiente espacio, luego no cuenta con todas las instalaciones tecnológicas que un museo de estas características necesita. Por su parte, en calidad de técnico ha presentado un informe a la autoridad correspondiente en donde ha dado a conocer su punto de vista.
Espera que prevalezca el criterio profesional más que el interés político, puesto que se tiene que contar con profesionales entendidos en temas de museos, geólogos y más, para poder hacer un buen trabajo. De lo que ha podido ver, es que son los profesionales del departamento de planificación los que están al frente de este proyecto.
El museo de Puyo, forma parte de una red nacional e internacional de museos, valorado a nivel mundial como un importante museo por su riqueza cultural y consta en el catálogo de museos más recomendados para ser visitados.
La solución no es moverlo de dónde está, sino de potenciar su imagen con una campaña permanente de comunicación, para que sea visitado tanto por propios como por extraños.
Por otro lado, está Gerardo Pilco, que es uno de los moradores del barrio Libertad, ex presidente del barrio, quien señala que la propuesta de trasladar el museo, nació de la necesidad de ocupar un lugar que se había construido como parte del proyecto de repotenciación del Complejo Libertad y que permanecía allí sin ninguna utilización.
Sin embargo, es de la idea que, si no es posible trasladar todo el museo, al menos se haga una extensión del mismo, para que sea visitado por los turistas que llegan a las instalaciones del Parque Acuático Morete Puyu y con ello darle un valor adicional a este atractivo turístico.