Santiago Velin es un profesional del derecho, abogado de libre ejercicio, de amplia trayectoria en la provincia de Pastaza.
Su pensamiento contradice a las políticas anti extractivistas de ciertos sectores de las nacionalidades y de grupos ambientalistas que defienden los derechos de la naturaleza.
Velin, promueve la tesis de que el oro negro debe ser debidamente explotado, porque es una de las principales fuentes de ingreso que sostienen la economía del país y ha generado desarrollo en la región amazónica.
Recuerda cómo era la situación en tiempos pasados: vías en pésimo estado, comunidades y pueblos sin los servicios más elementales. Ahora las cosas han cambiado y todo gracias a los réditos del petróleo, porque la región amazónica no tiene otra vía de desarrollo, como se podría decir con el cobro de impuestos ya que lo poco que se recauda no alcanza ni para el pago de los servidores públicos.
Entonces, si tenemos un recurso natural bajo suelo y en grandes reservas, él es de la tesis, que este debe ser aprovechado de la mejor manera y no está de acuerdo con los criterios de quienes impulsan la idea que se debe dejar el petróleo bajo suelo.
“Siempre nos han venido instigando con la muletilla de que el petróleo ya se acaba” expresa, y eso lo viene escuchando desde hace 30 años, sin embargo, se vienen encontrando nuevos yacimientos y hay otros que se mantienen sin explotar, lo que significa que todavía tenemos petróleo para largo.
Reconoce que es verdad que hubo un momento en que por una mala técnica en los mecanismos de explotación se ha causado un impacto ambiental, pero que ahora las cosas han cambiado, la tecnología ha mejorado, las técnicas modernas exigen un especial cuidado por el medio ambiente y por ende el impacto es mínimo o casi nada. Reconoce también, que en verdad los índices de pobreza y desnutrición todavía son altos y que más bien se han desviado recursos a otros intereses y quizá personales de unos cuantos en cada gobierno de turno. Pero que es hora que las nacionalidades pongan sus condiciones, las reglas claras del juego y lleguen a acuerdos que les permita mejorar sus condiciones de vida.
Pero también critica el doble discurso de ciertos dirigentes que en público se presentan como anti extractivistas, mientras que por otro lado están poniendo sus condiciones. Lo mismo pasa con los llamados ambientalistas que dicen NO al extractivismo, pero en la mayoría de los casos son ellos mismos los que hacen los estudios para la entrega de las licencias ambientales. El Ecuador por el momento depende del petróleo y no se ha visto una inclinación hacia la búsqueda de otra fuente de ingreso, por tanto, se debe continuar en la línea de la explotación y dicho recurso no debe quedar bajo suelo.