El actual cantón Tena se conforma de ocho parroquias: Ahuano, Chonta Punta, Muyuna, Tálag, Pano, Puerto Napo, Puerto Misahuallí, y la urbana Tena. De este cantón se desmembraron Sucumbíos y Orellana que formaron las provincias del mismo nombre. Los territorios de los cantones Archidona y Arosemena Tola, también pertenecieron a Tena.
Varios procesos históricos se sucedieron desde los inicios de la vida administrativa del País. Reformas provocadas por Tratados y Protocolos alteraban las circunscripciones territoriales de los cantones Archidona y Arosemena Tola, también pertenecieron a Tena.
LEl Municipio del cantón Napo, hoy cantón Tena inició su vida institucional el 12 de enero de 1941.
Tena comenzó a tomar a fines del siglo pasado (siglo XIX). Es una población de raigambre y contextura liberal; hija de las montoneras de Alfaro; ciudad de los Comandantes Enrique Trajano Hurtado, Carlos Alejandro Rivadeneyra Barahona, Carlos Edmundo Landázuri; la ciudad de las pioneras Mariana Montesdeoca, Mercedes Rueda y Carmen Guerra; es la ciudad de los colonos decididos y temerarios como Emilio Vega, Luis Correa, Antonio Vallejo; ciudad de los soldados y oficiales como Serafín Gutiérrez y Jorge Humberto Borbúa; ciudad de los funcionarios y empleados de Gobierno como Washington Palacios, Luis Hurtado, Gabriel Espinosa; ciudad de su propio esfuerzo sumillado con el trabajo de César Augusto Rueda, Luis Eladio Dávila, José Barona Ruiz, Aldelmo Rodríguez, Miguel Gutiérrez etc.; es la ciudad de los misioneros que la empujaron definitivamente hacia el desarrollo y progreso.
En el marco de sus procesos de planificación y evaluación, las carteras de Estado convocarán, al menos dos veces por año, a los consejos ciudadanos sectoriales. A partir de la primera convocatoria, estos podrán auto convocarse las veces que crean necesario, por pedido de la mayoría simple de sus integrantes.
Las misiones le dieron a Tena una personalidad especial y única. Esa personalidad emana de la formación religiosa y de la educación de sus primeros habitantes, de la arquitectura misional convertida casi sello y marca de Tena, de algunos giros idiomáticos sublimizados del italiano y de una serie de pequeños detalles que forman el nervio de esta ciudad quichua, castellana y europea.