Su pasión por la halterofilia lo lleva en la sangre y no es solo un decir. De hecho, su padre, hermanos, hermanas y hasta sobrinas, han cosechado importantes logros gracias a su amor a esta disciplina deportiva.
Walter Llerena, nuestro invitado al segmento El Personaje de la Semana de El Observador, nació en Ambato, pero vino a Pastaza desde niño traído por el movimiento migratorio de su familia. Su padre, fue el iniciador del levantamiento de pesas en la provincia, nadie antes practicaba este deporte. Empezó con un juego de pesas que lo trajo desde Alemania.
Como conocedor a profundidad de la materia, indica que el triunfo en este deporte implica un 65% de técnica más el 35% de fuerza física. Comenzar la actividad a los 11 u 12 años de edad es lo ideal.
Su satisfacción más grande (de las muchas que le ha dado el deporte) es, sin lugar a dudas, haber sido el instructor de la pequeña niña de condición humilde, que luego de unos años se convirtió en campeona del mundo, hablamos de la campeona olímpica, entre otras muchas medallas, Neisi Dajomes.
Ese triunfo, es el resultado de un amplio trabajo que ya lo venía desarrollando desde hace tiempo atrás, ya que, parte de su misión (de manera voluntaria) ha sido llevar a los deportistas talentosos a su casa, para que puedan recibir una formación completa y tengan las condiciones ideales para ese mismo objetivo.
Pero no todo ha sido color de rosa. La gente siempre ve los triunfos, pero pocas veces se conocen los sacrificios y las complicaciones que se hallan en el camino, como, por ejemplo, el escaso apoyo de las instituciones deportivas de la provincia, que, por el contrario, en ocasiones, parecía que tenían la intención de desestimularle a Neisi Dajomes para que continúe en su camino ya trazado. Fueron muchas vicisitudes por superar.
Neisi fue una de las pocas jóvenes que se adaptaron a la disciplina, como debe ser, otros chicos se rindieron en el camino, no se acostumbraron. En el caso de las chicas, muchas de ellas, dejaron de practicar el deporte y tiempo después se les vio embarazadas.
Gracias a su trabajo y al deporte Neisi, mejoró sus condiciones de vida, ya que su condición era bastante precaria, pero gracias a su talento, paso a tener su propia habitación, tres comidas al día con contenido nutritivo y balanceado. Una anécdota inolvidable, ocurrió aquel día en el que por primera vez, conoció el mar. La alegría era desbordante y le sirvió de motivación para querer llegar más lejos.
El próximo objetivo de Walter es llegar a las Olimpiadas de Paris 2024 con Angie y Jessy Palacios (hermanas de Neisi) que son las nuevas promesas del deporte. El aporte de Neisi que a la fecha es la que tiene mayor experiencia, será trascendental. Esperan cosechar más medallas y con eso posiblemente, colgará los guantes, según nos confesó ya que empieza sentir el desgaste de haberse entregado al deporte durante toda su vida. Solo el tiempo lo determinará.