Por el año 1922 Los Josefinos y los Misioneros Evangélicos Norteamericanos fueron el puntal para que los primeros pobladores de Napo iniciaran sus caminos por la dura brecha que en ese entonces significaba la educación, los primeros pasos en el ámbito educativo estaban estrechamente ligados a la obra misionera, de haber sido otra la manera en que la educación hubiera ingresado a la amazonia, habría tardado épocas en establecerse, opinan historiadores en varias investigaciones relacionadas al tema.
Desde Tena los primeros docentes llegaron para quedarse, las primeras escuelas fundadas por las misioneras Doroteas Mexicanas fueron sus segundos hogares iniciando a los más pequeños en el mundo de las letras y los números.
El 10 de octubre de 1947, Monseñor Maximiliano Spliller, fundó el «Colegio San José», nombrado así en honor a San José, patrono de los Josefinos de Murialdo, las clases se dictaba a un pequeño grupo de estudiantes que deseaban continuar sus estudios; al inicio, casi todos los maestros eran SACERDOTES, pero con el paso del tiempo, se consiguió muchos docentes. Pasado un escaso espacio del tiempo se dividió al colegio en dos secciones: masculina y femenina, en ese entonces tenían su sede en dos edificios de la Misión Josefina de Tena ubicados en el «Barrio Central».
Si hay una pregunta particular en este artículo, seria ¿quién fue el primer docente no religioso de Napo?, pues la repuesta no es precisa, ya que la creciente población por los años 60, entre mestiza y colona de Napo, demandaba la inmediatez de contratar a docentes de afuera.
Algunos llegaron a bordo de aviones, otros ingresaron por Pichincha por caminos de herradura, otros por la zona de Pastaza igualmente desafiando pronósticos inusitados entre tiempo y pocas provisiones, dejando a sus padres y familiares, los docentes de esa época eran de apenas 19 a 21 años, aventureros que ahora son recordados porque sin dudarlo fueron los primeros valientes en las filas de la docencia.
Algunos de ellos ya partieron de sus ciudades de corazón, “fueron profesores de verdadera vocación” dicen sus ex alumnos, “nos dejaron amor hacia la docencia” admiten otros.
Ya pasadas esas épocas doradas y recordando en el libro de la vida algunos nombres de docentes que dejaron gran parte de sus vidas en las aulas del Colegio San José, citamos los nombres de aquellos héroes de la educación laica:
- Años 1974 – 1975, siendo Rector el Padre José Noboa, estaba acompañado de Guillermo Lara, Gerardo Ruiz, Armando Bastidas, Bruno Rubio, Norma Salazar, Kléber Llerena, Justo Clemente, Segundo Fiallos, Rubén Chávez, Ulpiano Galindo y Hugo Terán.
- Año 1976, Edgar Orbea, Psicólogo Orientador; Rubén Chávez, Docente de Castellano; Guillermo Freire, Docente de Música; y Patricio Orbea, Docente de Matemáticas.
Pero a estos nombres como no citar a las misioneras Doroteas que tanto bien hicieron a Napo y al país, ellas extendieron su labor en la educación y misión en dos centros del Vicariato Apostólico del Napo (Tálag y Ahuano), siendo las pioneras en la formación educativa y religiosa de miles de infantes por los años 40.
Las fundadoras de Tálag fueron: Sor Pier Luigia Magrinelli, Superiora Sor Salvina Trevisan, Sor Misericordia Escobar.
El 31 de marzo de 1949 también se abrieron más caminos imborrables en el ámbito educativo en varios lugares de Napo gracias a las gestiones y empeño de: Sor Anna Ancilla Pangrazio, Sor Claudina Conte, Sor Raffaella Segala, Sor Anna Luigia Comin, Sor Elisana Bandini y Sor Salvina Stefani.
El fervoroso grupo misionero siguió incrementándose: por ejemplo el 26 de febrero de 1952 arribaron Sor Amabile Loro, Sor Atanasia Menzato y el 10 de mayo del mismo año: Sor Luisa Giarolo, Sor Luchina Crestani, Sor Rosina Ferrad y Sor Tomasina Sandri.
Con estos favorables antecedentes surge el 18 de enero de 1953 la nueva casa de las Misioneras Doroteas en Tálag.
Fundada el 11 de octubre de 1954, cuenta con la escuela fiscomisional «Santa Marianita de Jesús» y el Colegio Fiscomisional «Juan Bautista Montini» inaugurado en el año de 1971 en Baeza.
DE LAS ÉPOCAS DORADAS A TIEMPOS DE REFORMAS Y NUEVOS RETOS
Ya con el camino hecho, con las instalaciones llenas de párvulos y jóvenes habidos por el conocimiento, los docentes de los 90 quizá fueron los que vivieron una de las transiciones más decadentes de la era contemporánea en Ecuador, los gobiernos de turno pretendían estabilizar y modernizar la economía ecuatoriana, planteaban propuestas económicas populistas y de reformas sociales, dolarizaron la economía generando movilizaciones de protestas, esto por años hacía anhelar a los docentes del país por la llegada de un salvador al sillón presidencial, sin embargo esas circunstancias jamás los derrumbó, tampoco los desorbitó de sus responsabilidades dicen, “por más crisis económicas o por más problemas de convulsión social los docentes siempre estuvimos aquí, forjando los anhelos de los padres de familia dentro de las aulas” Carmela Andi, Docente Kichwa de Napo.
PARA RECORDAR
Docentes que al pronunciar sus nombres provocan palabras de cariño y hasta nos roban una sonrisa de afecto, estos nombres de entre los cientos de docentes incansables, son destacados como ilustres personajes, ya que pasaron esa franja de la docencia a ser parte de un conglomerado social que los ve como referente de la historia y de la lucha por el colectivo social:
- Juanito Ricardo Grefa +
- Aldelmo Rodríguez
- Blas Chimbo
- Leandro Reyes
- Justo Clemente Vera
- Armando Bastidas
- Dioselina Toapanta
- Miguel Montoya
- Rubén Chávez
- Pablo Pepinos
Miguel Montoya (docente no vidente escritor.