Con el Domingo de Ramos o también conocido como “Domingo de Pasión” el mundo cristiano dio inicio a la celebración de la Semana Santa, la semana mayor, donde se conmemora el misterio de la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús.
El Triduo Pascual es el período más importante del año litúrgico cristiano, especialmente en la Iglesia católica, y conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Dura tres días, pero no son días comunes: son una única gran celebración que va desde la tarde del Jueves Santo hasta la noche del Domingo de Resurrección.
Jueves Santo, se celebra la Última Cena de Jesús con sus discípulos, cuando instituyó la Eucaristía y el sacerdocio. También se recuerda el gesto del lavatorio de los pies, símbolo de servicio y humildad.
Viernes Santo, se conmemora la Pasión y Muerte de Jesús en la cruz. Es un día de recogimiento, ayuno y oración. No se celebra misa, pero se realiza la liturgia de la Pasión del Señor, que incluye la lectura del Evangelio de la Pasión, la adoración de la cruz y la comunión.
Sábado Santo (vigilia pascual por la noche) es un día de silencio, esperando la resurrección. Por la noche, se celebra la Vigilia Pascual, que es la celebración más solemne del año. Incluye el fuego nuevo, el Pregón Pascual, una serie de lecturas bíblicas, el bautismo de nuevos cristianos y finalmente la proclamación de que Cristo ha resucitado.
Es importante porque no solo recuerda los eventos centrales de la fe cristiana, sino que los celebra como una realidad viva: el paso de Jesús de la muerte a la vida es el corazón del cristianismo. De hecho, «triduo» significa «tres días», y «Pascual» viene de Pascua, que significa «paso», haciendo referencia al paso de la muerte a la vida.
En el domingo de ramos, el pueblo cristiano de la provincia de Pastaza, acudió masivamente a la celebración de la entrada triunfal de Jesús a la ciudad de Jerusalén. Los templos estuvieron abarrotados de fieles cristianos, algunas iglesias como por ejemplo la catedral de Puyo, incluyeron largas procesiones con cuadros vivos representando la llegada de Jesús.
Monseñor Rafael Cob García, obispo del Vicariato Apostólico de Puyo, presidió la celebración principal en la catedral de Puyo, con un contundente mensaje de salir al encuentro de aquel que puede transformar nuestras vidas y motivarnos a vivir en un mundo lleno de paz y amor, para juntos resucitar el próximo domingo a una nueva vida en Jesús nuestro salvador.