Ya son varios meses desde que se suspendió el proyecto que posibilitaba ayudar a las personas con enfermedades catastróficas con recurso del Fondo Común de la Circunscripción Territorial Especial Amazónica.
El proyecto que se firmaba con los Municipios Amazónicos, les permitía llevar una estadística de las personas con necesidad, para solventar algunos gastos como transporte, alimentación y hospedaje para quienes tenían que salir a toras ciudades en busca de tratamiento.
Ahora estos rubros los tienen que gastar de su propio bolsillo, además de todo lo que significa cargar con una enfermedad a cuestas, con la cruz de su dolor y los gastos que no hay dinero que alcance.
Marianita Arce, actualmente es la responsable de presidir la Fundación Vida de Lucha contra el Cáncer, y señala que los pacientes que son asistidos desde esta fundación, aún no tienen ninguna respuesta de parte de la CTEA, que les dé una esperanza para volver a recibir la ayuda que algún día se les dio y que era de enorme bendición para cada una de las personas.
No se sabe cómo está, con quién se va a seguir trabajando y mientras tanto, ellos siguen a la espera de la ayuda, esto les afecta muchísimo, puesto que hay pacientes que necesitan movilizarse e incluso a veces quedarse en determinado lugar a la espera de ser atenidos y que todos los gastos corren por su cuenta.
Desde el 2020, fecha en que se dejó de recibir el apoyo han pasado dos años y no se ha vuelto a reactivar el proyecto, siempre se habla que ya mismo, que ya está, pero que hasta ahora no se hace realidad. También hay un valor que quedó pendiente, desde ese tiempo que tampoco han podido recibir.
La fundación como tal, está impedida en hacer este tipo de convenios, porque solo se lo hace con entidades públicas, sobre todo los GADs con quienes se podía coordinar el trabajo. Alguna vez la fundación presentó un proyecto, cumplió con todos los requisitos, pero al final se les negó.
En la fundación VIDA, se atiende a una población de 352 personas con enfermedades catastróficas en la provincia de Pastaza, a quienes se les sigue apoyando de la mejor manera, sin contar con las provincias de Napo y Morona Santiago en donde también tiene oficinas la fundación, a ellos se les entrega suplementos vitamínicos, nutricionales y también alimentación a los pacientes.