Por: Edwin Mosquera G.
La tierra tembló más que las placas tectónicas, cuando se extrajo a George de la Embajada Mexica, entre algunos aplausos y varios abucheos, indistintamente si se siguió o no los protocolos internaciones, consulares o diplomáticos esta operación se la realizó en un esbozo de derechos, en contra de toda normativa de derecho internacional.
Ahora bien, no pienso hacer alegación alguna sobre la legalidad o no de ingreso a territorio internacional, si no de como lo tomo el primer mandatario del País frijolero, MLO sobre nombró a los agentes que intervinieron en el “secuestro” como fachos, que para la Real Academia Española (RAE) define “facho(a)” como un adjetivo despectivo que se utiliza para hablar de la gente que es fascista o que apoya “una ideología política reaccionaria”. Menciona que viene de “facha” y éste a su vez es raíz del italiano faccia, la cual puede tener tres significaciones: la primera y la que más se amolda a la forma en la que se usa en el país es “un mamarracho o adefesio”.
Si bien es cierto las palabras “te esperamos”, no implica riesgo de fuga peor aún de violar la soberanía de una nación por el mero hecho de presunciones infundadas que han traído conmoción social, la comunidad internacional está aterrada con la decisión del mandatario que inclusive ya se han dispuesto mecanismos para las sanciones que van a existir, solo por una atarantada y antojadiza inserción inconstitucional.
Escuche por ahí que, Dios en el cielo y Noboa en la tierra, esperemos que las actuaciones de México se vean reflejadas en precedentes y no se vuelvan a pasar los organismos internaciones, pactos y demás por las huevas como que nada.