Uno de sus proyectos emblemáticos fue la realización en el año 1997, de la primera y única Olimpiada de la región Amazónica con la participación de todas las nacionalidades ancestrales.
Made in parroquia Fátima, Puyo – Pastaza, nuestro invitado que hace poco cumplió 70 años de recorrido, nos cuenta en nuestro espacio de entrevistas que en la vida militar, encontró su faro hacia el progreso y la realización.
Siendo adolescente, ocurrió que fue un día a comprar el periódico al puesto de don Lluro Tobar, vio entonces sorprendido, el anuncio de la entrega de cien becas a estudiantes del Ecuador para la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro. Por su situación económica sabía que era una oportunidad de oro, que no podía dejar pasar. La selección era rigurosa con varias pruebas de conocimiento, físicas y médicas las cuales logró superar sin inconvenientes. Tenía un buen físico, gracias a su labor de subir piedras a una volqueta y a una alimentación sana a base de yuca, verde y pescado de nuestra Amazonía.
“Cuando estás convencido y es la única ruta de salida, no hay opción de rendirse”. Recuerda que, en su primer día en la institución, vinieron cientos de estudiantes de todos los colores, tamaños y estilos, pero en dos horas, todos estaban alineados con el mismo corte de cabello y perfectamente uniformados. El orden y la organización del ejército, es la base de su poder. Su apoderado fue un compañero Homero Álvarez, popularmente conocido como capitán Kashurco (padre de Rubens). Se graduó en la especialidad de comunicaciones y ha visto con asombro el avance vertiginoso que ha sufrido el mundo en ese aspecto.
A comienzos del año 93, el ejército ecuatoriano hace por primera vez un programa de acercamiento con la comunidad en lugares donde el estado no llega y se crea un departamento denominado: “Apoyo al Desarrollo”, donde él estuvo de director. Ese fue su trabajo más entrañable donde pasó sus últimos 7 años de servicio. Resaltó la importancia de entender a las personas distintas socialmente, cuál es su sentir y su forma de vida.
Uno de sus proyectos emblemáticos fue la realización en el año 1997, de la primera y única Olimpiada de la región Amazónica con la participación de todas las nacionalidades ancestrales, evento saludable para el país.
La actividad social se encarnó tanto en su ser que presintió que no iba a resistir un cambio de funciones. Pero llegó el momento en que recibió el pase a la Brigada Guayas. Transcurridos ocho días exactos, presentó a su superior la disponibilidad del cargo y enseguida vino al Puyo, en un bus de la Cooperativa San Francisco Oriental.
Fue entonces cuando se le abrió la oportunidad de participar en nuevo proyecto social en la provincia de Esmeraldas con la intervención de una fundación alemana, donde continuó con su labor cercana hacia las comunidades rurales, motivo por el cuál, recibió un reconocimiento en el marco de la sesión solemne por el aniversario de provincialización de Pastaza.