Por: Edwin Mosquera G.
Jorge Mario Bergoglio, Jorge Mario Bergoglio, Jorge Mario Bergoglio; tras golpear su frente con el martillo de plata el Camarlengo anuncia, «Vere Papa mortuus est», deformaron el anillo del pescador, para luego anunciar que Francisco había fallecido por un accidente cerebrovascular o ictus, condición médica grave que ocurre cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se interrumpe o reduce, privando al tejido cerebral de oxígeno y nutrientes esenciales, que a mi parecer se suman a una de las muertes insólitas e inexplicables de los pontífices, sí en minúsculas, que a saber de la gente están prohibidas investigar, al no estar permitidas las autopsias papales para no profanar su santo cuerpo, o para no descubrir la causa de su deceso.
La historia ha demostrado que cuando un pontífice se inmiscuye mucho en un tema que no le conviene al clero es cuando su descenso está cerca, habría que preguntar entonces que descubrió Pancho; Los exorcismos y el pacto con los demonios; Los secretos tras varios criminales de guerra nazis; El Vaticano ganó dinero con el Holocausto; Escándalos del Banco del Vaticano; EL famoso Vatileaks, que obligo a renunciar a Benedicto XVI; La Penitenciaría Apostólic; EL Juicio a un hombre muerto; QUE Jesús no existió; Pruebas de vida extraterrestre; Los tres secretos de Fátima; Hogar de la mayor colección de pornografía; Están controlados por los Illuminati; y Es el hogar de una máquina del tiempo.
Ahora bien, justo en noviembre de 2024, Francisco aprobó una nueva edición del “Ordo Exsequiarum Romani Pontificis”, el documento que regula el rito fúnebre de un Papa. Las modificaciones buscan simplificar ciertos aspectos de la ceremonia y expresar de manera más clara la fe en Cristo resucitado. Tradicionalmente, la muerte de un pontífice se verifica con un ritual en el que el camarlengo un alto funcionario eclesiástico que se encarga de conducir a la Iglesia Católica en los momentos en que no hay un Sumo Pontífice en ejercicio golpeaba su frente con un pequeño martillo de plata, llamándolo por su nombre de bautismo tres veces.
Con la nueva normativa, esta práctica ha sido eliminada, y la confirmación del fallecimiento se realizará en la capilla privada del Palacio Apostólico, El cuerpo del Papa será colocado en un ataúd de madera con interior de zinc, en lugar del antiguo sistema de tres ataúdes (ciprés, plomo y roble). También se ha eliminado el velatorio privado en la capilla del Palacio Apostólico, por lo que el cuerpo será trasladado directamente a la Basílica de San Pedro, donde permanecerá expuesto en un féretro abierto, sin el uso de un catafalco ni la colocación del báculo papal.
La misa exequial se celebrará en la Plaza de San Pedro, presidida por el decano del Colegio Cardenalicio. En la ceremonia, se evitarán títulos asociados al poder temporal, utilizando expresiones más sencillas como “Obispo de Roma” o “Pastor”; Finalizada la misa, el féretro será trasladado a su lugar de sepultura. Aunque la tradición dicta que los papas sean enterrados en las grutas vaticanas, Francisco dejó expresado su deseo de ser inhumado en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma.
Luego de la inhumación, el Colegio Cardenalicio inicia el proceso para elegir al próximo Papa. Durante el período de Sede Vacante, el camarlengo se encarga de administrar los asuntos temporales de la Iglesia., hay mucho de qué hablar sobre las tradiciones y más que nada sobre los ritos que se imponen en cada una de las religiones, pero lo que sorprende mucho es la implicación mundial que va a tener una presunta la muerte del papa Francisco a los 88 años reavivó una de las profecías más comentadas de Nostradamus, el astrólogo francés del siglo XVI cuya figura vuelve a ganar protagonismo en tiempos de incertidumbre.
Según algunos de sus seguidores, el próximo sucesor de Pedro será un Papa negro, y con él llegará el fin del mundo, marcado por un gran cataclismo espiritual y el Juicio Final.