– Oiga, compadre Indiscreto; aquí dice que el proceso electoral en la UEA es totalmente transparente.
– Así mismito es, compadre Ulbio; es tan transparente que clarito se ve todas las mañoseñorías que hay detrás.
– ¡Pero… cómo va a ser transparente si dejan participar a una sola lista!
– Por eso mismo, compadre; si hubiera otra lista ya estorbaría y no dejaría ver; entonces las elecciones ya no serían transparentes.
– Entonces, según usted, ¿no es correcto que las cosas sean transparentes?
– Pues , claro que no, compadre… ¡A ver! Salga usted a la calle con ropa transparente para ver lo que pasa.
– Pero, no es lo mismo, compadre; cómo vamos a comparar la ropa con la política.
– Claro que es lo mismo, compadre. Si la política fuese transparente se vería por todo lado sus vergüenzas, y eso no está bien; hay que respetar a los niños, ellos no pueden andar viendo esas cosas.
– ¿O sea que la política es como la pornografía?
– ¡Exacto, compadre! No apta para menores, solo para adúlteros.
– Querrá decir para adultos.
– No quiero decir eso; porque no por el hecho de ser adultos tenemos que andar viendo pendejadas. Clarito digo: “para adúlteros”; porque estos politiqueros andan adulterando todo con tal de salirse con la suya.
– ¿Y qué cosas son las que adulteran?
– Cualquier cosa que se interponga en su camino; leyes, reglamentos y hasta el sagrado sueño…
– ¿El sagrado sueño, dice? ¿Y cómo así?
– No ve que llaman a reuniones a la madrugada, para que los contrarios no puedan asistir y los partidarios, aunque asistan, estén medio aturdidos y digan “sí” a cualquier tontera que se proponga.
– Pero, les han de avisar con tiempo…
– Claro, con veinte minutos de tiempo.
– Pues yo, en veinte minutos me visto rápido y llego a cualquier parte.
– Ya sé que usted es rápido para todo; menos para darse cuenta de las cosas. Todo buen cristiano a las once o doce de la noche está dormido, y si le llega un correo electrónico a las dos de la mañana anunciándole que hay reunión a las tres… ¡cómo va a leer pues el correo!
– Ah, bueno, eso sí… Pero, en el caso de la UEA no creo que haya pasado eso.
– Pues, claro que no; ahí, a los miembros del tribunal electoral, que no están en el amarre, les han enviado el correo con veinte minutos…
– ¿O sea que no han avanzado a llegar a tiempo?
– No pues; porque encima de eso no ha sido con veinte minutos de antelación, sino con veinte minutos de retraso…
– Uuuuu… ¡Peor así!… Entonces solo asistieron algunos miembros; pero… ¿hubo quorum?
– Eso sí; no ve que como no han podido asistir los vocales principales entonces han asistido los suplentes.
– ¡Pero, cómo es eso posible! ¡Cómo se enteran los suplentes y no los principales!
– Calma, compadre; no se me esponje… A lo mejor estos suplentes son insomnes…
– ¡No, pues compadre! ¡¿Y por qué van a ser insomnes!
– Usted sabe, compadre… ¡Las ilusiones! ¡Las ilusiones!… A lo mejor alguien les hizo bonitas ofertas al oído y por eso no podían dormir y así pudieron enterarse de la reunión.
– ¡No, no, no, compadre! ¡A mí me parece que las cosas están turbias!
– ¡Al contrario, compadre! ¡Están muy transparentes!… Tan transparentes que hasta usted se da cuenta de lo que pasa.
– ¿Y usted está de acuerdo con que participe una sola lista? ¡Eso me parece hasta ridículo!
– Bueno, en eso de que se haga una elección con una sola lista yo no estoy de acuerdo. Más bien deberían hacer como está de moda: ¡Autoproclamarse! Y con eso ahorrarían al Alma Mater tanto bochorno y pérdida de tiempo y dinero.
– Chuta, está mal así que el Alma Mater también sea víctima de la politiquería…
– Y si es víctima de la politiquería también es víctima de la mediocridad; porque las autoridades no llegan por su capacidad académica, sino por su capacidad de hacer chanchullos… Y en eso NO HAY FUTURO.