El 21 y 22 de diciembre de 2019 fue un fin de semana intenso en la ciudad de Puyo para un gran número de personas que decidieron ser parte de una Navidad diferente.
El sábado 21 desde las 09:30 se compartió el taller ‘Preparando tu pesebre interior’ que estuvo matizado de numerosas vivencias corporales y testimoniales. Rosaura Gutiérrez, que llegó de República Dominicana a Puyo para brindar este maravilloso regalo de sanación, motivó a las asistentes a realizar el ejercicio del Chakra del Corazón, que te permite mirar el grado de compasión que cultivamos.
También sobre las ‘Cadenas neuronales’ que te llevan a un análisis de las mentiras personales, aquel sistema de creencias, opiniones y pensamientos negativos. Explicó cómo la autocrítica afecta y controla nuestra vida.
“Cada vez que juzgamos negativamente cualquier aspecto de nosotros mismos, inmediatamente todo nuestro sistema Cuerpo-Mente, se pone en estado de alerta. Simultáneamente, empieza a buscar en su banco de datos (la memoria celular) algo del pasado que sintonice con lo que acaban de decirle”.
De allí la importancia de mirar hacia dentro, de interiorizar. Hay muchas técnicas para lograrlo, una de ellas la meditación. Con aquello se logra abrir el corazón, sentir, pensar y hacer las cosas desde aquel chacra”.
“El pesebre interior es tu corazón”, dijo Rosaura Gutiérrez. Para completar estas actividades, al final se realizó el ritual de los 21 pedidos para el año 2020. En 21 papelitos se escribieron las peticiones y por cada uno se encendía una vela color naranja. Luego se apagaron y se guardaron en una funda.
Este material será abierto por primera vez el próximo 21 de marzo de 2020 para checar cuántas peticiones al Universo se han alcanzado, luego se guarda hasta el 21 de diciembre de dicho año, en el que de la misma manera se hace el ritual previo a quemar papeles y velas. Se escriben de nuevo los pedidos.
Al día siguiente, el encuentro fue en la parroquia Río Negro, provincia de Tungurahua. Tras un desayuno en Vrindavan Jardines Ecológicos, se realizó el Temazcal, que proviene de la palabra náhuatl “temazcalli”, significa ‘Casa de baño’.
A una pequeña construcción similar a un iglú, ingresó la familia del Círculo de Mujeres que Despiertan Puyo a vivir su segundo Temazcal. Antes de entrar a esta ceremonia espiritual realizaron una reverencia e ingresaron en sentido de las manecillas del reloj, por el lado izquierdo. Luego de sentarse en círculo, el guía trajo las piedras volcánicas que simbolizan a los ancestros ‘las abuelas piedras’.
En medio de cánticos, historias, palabras, intenciones se coloca aguas medicinales a las piedras para que emane el vapor. Es un ritual de sanación que purifica y equilibra la mente, cuerpo, alma, espíritu y emociones.
Junto a la lectura del Libro de la Vida (Registros Akashiscos) que efectuó Rosaura Gutiérrez, en este santuario de la Madre Tierra se vivenció un encuentro de terapia comunitaria. Fue un espacio para renacer, para dejar crecer aquel Ser Divino. El grupo fue Padre y Madre, Sol y Tierra, Frío y Calor.