La Comunidad Católica se encuentra de luto, por la partida a los brazos del Creador, de Monseñor Paolo Mietto, Obispo Emérito de Napo, quien con esa visión humanista y con profunda responsabilidad con los más desprotegidos, cumplió un papel fundamental en el Progreso y desarrollo de Napo.
Como Obispo cumplió con su lema, “Dar la vida por el evangelio” con humildad y discreción con ese estilo de pastor bueno y atento, capaz de acompañar y apoyar al sector vulnerable y dejando un gran legado de servicio a la sociedad.
Monseñor Paolo Mietto desde el 2016 estuvo residente en la casa de reposo de Archidona y hace unos días atrás tuvo problemas en su salud y fue trasladado a la capital de los ecuatorianos, los últimos días de su existencia paso en la casa provincial de los Josefinos de Murialdo en Quito, falleció este 25 de mayo un día antes de cumplir los 86 años.
Datos biográficos:
Mons. Paolo Mietto, CSJ, nació en Padua (Italia) el 26 de mayo de 1934.
Realizó sus estudios secundarios superiores en Institutos regentados por los Padres Josefinos y los de Filosofía y Teología en el Instituto San Pedro de la ciudad de Viterbo.
Fue ordenado sacerdote el 30 de marzo de 1963. Desempeñó varios cargos de importancia entre los cuales destaca la cátedra de Teología Dogmática, en las Comunidades de los Padres Josefinos, a quienes está confiado el Vicariato Apostólico de Napo. Fue elegido Superior General de la Congregación de San José (Josefinos de Murialdo) en el año 1982 y reelegido para un segundo período consecutivo como tal.
En septiembre de 1994, el Papa Juan Pablo II lo nombró Obispo Coadjutor del Vicariato Apostólico del Napo. En 1996, sucedió en el Gobierno pastoral a Mons. Julio Parise, CSJ, como Obispo Vicario Apostólico del Napo.
Del 7 de marzo del 2012 al 21 de noviembre de 2013 Mons. Paolo ha sido administrador Apostólico del Vicariato Apostólico S en San Miguel de Sucumbíos, luego retorna a la provincia en el 2016.
Por la emergencia sanitaria que atraviesa el país el cuerpo de Monseñor fue cremado y entregado a la Misión Josefina donde le ofrecieron una santa eucaristía, posteriormente las cenizas serán sepultadas en el mausoleo en la catedral de Tena.