Así lo dio a conocer el gerente de la empresa aérea José Gualinga, que son 15 meses que llevan de retraso con el pago y que les vienen dando las vueltas de semana en semana, pero hasta ahora no se ha hecho efectivo el pago.
Hasta el momento, el valor adeudado es de aproximadamente siete mil dólares, por los servicios prestados, a lo que califican como una irresponsabilidad y una burla de la empresa pública Ikiam, ya que son un emprendimiento que necesita de los recursos para seguir operando.
Aero Sarayaku, de manera responsable cumplió con su contrato, prestando sus servicios y llevados pasajeros a diferentes comunidades del interior de la provincia de Pastaza, como Conambo, Montalvo, Curaray, Lorocachi, Nina Amaru e incluso a territorio waorani, ellos han facturado como corresponde, pero desde al año pasado les vienen adeudando.
Es más, en meses pasados, se llegó a un compromiso, incluso con la presencia del mismo ministro y demás autoridades, pero hasta ahora no se llega con el pago. El pretexto es que la CTEA no les transfiera los recursos por una serie de requisitos que tienen que cumplir, pero desde el Secretario Ejecutivo se señala que las transferencias ya fueron hechas, pero nada que les cumplen.
Así les tienen dando las vueltas y no solo a la empresa aérea, sino a muchos otros proveedores que están en la misma situación con esta empresa pública y reclaman el pago por sus servicios cumplidos.
Aero Sarayaku, ha hecho público su denuncia porque también tiene necesidades que cubrir, como mantenimiento de la unidad, repuestos y el mismo combustible que les llega desde la ciudad de Quito y que a ellos nadie les espera y el dinero tiene que estar a la mano.
Razón de ello, esperan que con esta denuncia pública se les pueda arreglar su situación, caso contrario se verán en la penosa necesidad de apelar a instancias legales para poder reclamar sus recursos que por derecho les corresponde, puesto que ellos si cumplieron con el servicio.
Ya han esperado demasiado tiempo, casi año y medio, los documentos para el pago están en regla, todo está listo, solo a la espera que se les pague y la empresa pública Ikiam cumpla con sus obligaciones.