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Alegría por consagración de nuevo sacerdote en la iglesia de Puyo

por Andres Ortega

Hace más de seis años que no se tenía en la Iglesia de Puyo ordenaciones sacerdotales, el último fue el P. Mauricio, siendo el primer sacerdote diocesano nacido en Puyo, hoy el Señor en su divina misericordia concede este otro gran regalo de poder ordenar al segundo sacerdote diocesano nacido en Puyo el padre Francisco.

Un día antes, también fue ordenado el padre David, venido desde la república de Venezuela, también después de conocer la Iglesia misionera ha querido ser sacerdote para esta Iglesia, convirtiéndose en un sacerdote misionero ad-gentes.

El obispo Rafael Cob, expresó su gratitud a David y Francisco por su perseverancia en el camino que Dios los marcó como vocación. Dios tiene sus planes a veces se nos hacen incomprensibles para acoplarnos a ellos y cumplir su voluntad. Gracias por vuestro Si, que hoy en la fiesta de la Inmaculada, como la Virgen María os sentís elegidos por Dios.

“Con Dios en la oración, con los demás en la fraternidad, con el Obispo en la obediencia y con el pueblo en el servicio. No somos funcionarios sino servidores y para ello la humildad.

Por ello, el Papa nos recordaba, para evitar la tentación del carrerismo y el clericalismo, no somos los “amos de la hacienda”, recordar las palabras que exige hoy vivir la sinodalidad de la Iglesia, comunión participación y misión, escuchar al pueblo y hacer participar al pueblo como protagonistas de una iglesia misionera, Jesús nos dice “El hijo del hombre no ha venido para ser servido sino para servir y dar su vida por todos”. Mt. 20, 28.

Estamos celebrando una de las fiestas litúrgicas marianas de las másqueridas por María, la Inmaculada, a la que tienen por patrona muchas congregaciones. La Inmaculada que significa sin mancha. No hay mejor modelo después de Jesús que más se parezca a Él por sus virtudes que María, Virgen y Madre, necesitamos poner nuestros ojos en ella, en esta joven que Dios la eligió para ser nada menos que la madre de Dios sin dejar de ser Virgen.

En medio de un mundo caído y derrotado por el pecado, como vimos en el Génesis, ella es la nueva Eva, que nos da el nuevo sol, Jesús. Y con aquellas sus palabras: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra” Lc.1,26.

Una lección aprender y a practicar. Que ella les ayude a tener un corazón limpio y una humildad constante, pidámosla como madre amorosa que siempre os cuide y acompañe. Oh maría sin pecado concebida rogad por nosotros que recurrimos a ti”.

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