En el sector del Capricho del cantón Carlos Julio Arosemena Tola fue en donde se escondían los adultos mayores María G.G y Fernando G.P.; según investigaciones que llevaron más de diez años, estas personas habrían contratado a dos sicarios de Santo Domingo para que cometan el crimen, el nexo para que se desarrolle tal acto lo habría realizado uno de los hijos de la pareja más buscada de Riobamba; O. G. quien fue detenido el 2017 después de permanecer en el anonimato casi 5 años, actualmente cumple una pena tras las rejas.
Día de la detención
Tras varias gestiones que realizaron los hijos de la víctima quienes constantemente solicitaban no detener la investigación, y que han movido todo recurso legal para continuar con el proceso de búsqueda de los culpables, finalmente dieron con el paradero de los más buscados, quienes irónicamente son adultos mayores y permanecían bajo cuidados de un familiar en la provincia de Napo.
La Policía Nacional detuvo a la primera y al segundo más buscados de la provincia de Chimborazo, ambos fueron declarados por la justicia como autores intelectuales del delito de asesinato, hecho ocurrido el 28 de enero de 2012, el día de la detención los prófugos fueron puestos a órdenes de la autoridad competente.
Dos sicarios mataron a mi madre
La tarde del sábado del 28 de enero de 2012, María Esther Morocho Tituaña murió por varios impactos de bala, ella estaba afuera de su propiedad con su familia arreglando la fachada de su vivienda, en ese espacio de tiempo dos sicarios la asesinaron utilizando una pistola calibre 38 de fabricación nacional, los delincuentes usaban una motocicleta la cual fue abandonada en el sector de San Andrés, después de varias pericias se determinó que la motocicleta fue abandonada porque fue manchada con pintura por los testigos en el momento del crimen, “la moto estaba registrada a nombre del hijo de María G.G y Fernando G.P., él ahora también está detenido”, confirma uno de los hijos de la víctima.
“Antes de ese hecho mi madre (María Esther Morocho Tituaña) ya había sufrido otro atentado seis meses antes del crimen”, así contó a este medio de comunicación su hijo Pablo Silva Morocho, quien afirmó no guardar rencor a estas personas quienes él sospecha, aún lo siguen amenazando por medio de terceros y hasta por redes sociales.
Otra de las versiones del hijo de la fallecida es que su madre tenía algunas disputas de orden legal, se trata de un terreno el cual hasta la fecha tiene un cuantioso valor; por ese lote ocurrieron varios enfrentamientos con amenazas que llegaron a momentos muy acalorados y de tensión, explica, “el solar que actualmente tendría un avaluó aproximado de trecientos mil dólares no se compara a los mil doscientos dólares que pagaron los autores intelectuales a los sicarios” detalla Pablo Silva, «la vida de cada ser humano no tiene precio».
María Morocho era activista y defensora de los derechos de los más débiles
En Riobamba hace diez años el asesinato tipo sicariato de María Esther Morocho causó indignación y alarma, este fue el primero ocurrido en Chimborazo, por ello los integrantes del grupo Pro Justicia León Dormido hasta la fecha siguen exigiendo justicia y realizan marchas en contra de la violencia de género y demás actos ilícitos del que son víctimas varias personas.