El sueño de Diana Rodríguez y su esposo de pasar unas vacaciones en Cancún, se vio frustrado, porque ni siquiera les permitieron llegar a su destino y fueron inmediatamente deportados al Ecuador.
Diana explica que, el pasado 19 de agosto del 2020, viajaron a México por un viaje de turismo, pero al llegar al aeropuerto fueron interceptados por el sistema de migración, en donde entregaron todos los documentos en regla, pero les preguntaron cuantos días tenían previsto quedarse y que con cuánto dinero contaban a los que respondieron que días con 150 dólares en efectivo, por lo que les dijeron que no era suficiente para quedarse en México e inmediatamente fueron llevaros a una sala para ser reportados de regreso a su país.
Denuncian que tanto ellos, como otra persona de Santo Domingo y otros grupos de diferentes países fueron maltratados verbalmente y psicológicamente, llevados a una sala sin ventilación y a respirar el mismo aire que salía de las bocas de las personas al borde de la asfixia en plena pandemia.
“Nuca vi tanto odio en ese país” nos explica al describir tan mal momento que tuvieron que pasar, iban de turismo, pero todo fue una pesadilla, los tuvieron por más de diez horas sin agua y sin alimento alguno.
Los esposos hicieron el contacto y compraron un paquete directamente a una empresa RISOR en Cancún, que les costó más de 3.500 dólares, dinero que lo perdieron porque no les quisieron reembolsar, más aún les dijeron que tenían que cancelar el valor de 200 dólares adicional por no haberse presentado. Luego se les daba la oportunidad de volver a intentarlo, pero ellos ya no quieren saber de volver al país de México con tremendo maltrato y discriminación que no se ha visto en ninguna parte.
El costo del paquete tenía todo incluido, viaje, hospedaje y alimentación, por lo que estaban confiados no mayormente necesitarían de recursos, aún así contaban con dinero en efectivo, pero nada de ello quisieron revisar, para el señor de migración todo era no, nada quería entender ni comprender se cerraba a toda posibilidad de diálogo y para todo era no.
Finalmente, tuvieron que esperar el avión de regreso y sin haber conocido nada, ni consumido nada, los enviaron de regreso al Ecuador.
Por lo que ahora, hacen esta denuncia para alertar a otros ciudadanos que estén de pronto pensando en hacer lo mismo, a fin de que lo piensen dos veces y mejor eviten ser víctimas de este maltrato que nadie lo merece. Ahora han presentado la denuncia a la Defensoría del Pueblo quienes han ofrecido ayudarlos para presentar una queja a la embajada o cancillería de México.