Superados los temores que provocó la crisis económica, miles de emprendedores en Napo no se dejaron amilanar por las condiciones en las que les daban la espalda las instituciones que intentaron regularizarlos.
Entre carreras y escapes como de película, los vendedores informales hacían de las suyas, vendían en puestos improvisados en las aceras, y cuando de pronto la policía municipal llegaba a retirarlos, ellos simplemente huían, esas escenas han ocurrido repetidas veces en el Terminal Terrestre de Tena, Parque Central, Cámara Artesanal, estaciones de autobús Tena – Archidona y Ciudadela del Chofer.
La comunidad de emprendedores locales no se rindieron, entre fundas de verduras, objetos pequeños, zapatos y ropa, el matiz de cada día era ese, vender y correr.
“Escaparse de la ley, suena simpático, pero no del todo, ya que muchas veces han ocurrido eventos en el que los municipales han resultado golpeados”, explicó Ronald, un vendedor de nacionalidad venezolana, quien entre sonrisas hablaba de las peripecias que les ha tocado hacer para mantener sus ventas de relojes, ellos dicen que es mejor recorrer, “a paso largo de un extremo a otro, si se vende”, confirmó.
La triste y golpeada economía pasó por desafiantes momentos en Ecuador, mostrando que si no se buscaba soluciones de manera individual nada marcharía bien, por ello para muchos, el ciudadano emprendedor es el protagonista de lo mejor del 2022.
“Todos vieron en el precio más barato y que no pagaba arriendo, una solución a sus necesidades, sin pensarlo dos veces, aportaron con miles de familias que pasaron por difíciles momentos en esta travesía que nos dejó el COVID – 19, ahora que el empleo fijo y con un contrato de respaldo es un sueño muy difícil de alcanzar”, afirmó Guillermo Zarea, economista entendido en esta problemática de las ventas informales, para él, la economía si se genera y mejora desde estos espacios, aunque muchos la descalifiquen al anular la calidad de lo que se vende.
Que decir de los emprendedores que expenden comida, “de ellos si hay que cuidarse” opinan algunas amas de casa, quienes aseguran que las vendedoras ambulantes no preparan bien y con productos de primera, los bocaditos y snacks, “pero qué cómico el asunto”, contradice una funcionaria pública, al referirse a esta opinión, según la dama dice que la comida entregada a pie es buena y se ve que la hacen con esmero, para ella, es apoyar a familias que no les queda otra alternativa para solventarse la vida que ahora se ha convertido en cara.
Usted encontrará de todo en cualquier parte de Ecuador, particularmente en la calle, cerca de mercados o periferias comerciales, así es nuestra nación, la tierra de oportunidades para venezolanos, peruanos, colombianos, estamos en un mercado fuera de casa, todo te quieren vender asegura Estefany, quien prefiere comprarle a un niño que cruza por su casa, “a él y a sus hermanos les compro limones, caña, y otras cosas, me da pena verlos luchando así, pero créame, yo los apoyo porque sé lo que es trabajar”, afirmó llena de orgullo.
Finalmente, que opinan las autoridades sobre el tema de los emprendedores o vendedores informales, Aida Rueda, Comisaria Municipal, “mire, nuestro trabajo es regularlos, no nos queda más que cumplir con nuestras ordenanzas, no podemos permitir que el desorden nos cause problemas, pero no es fácil, somos pocos los que podemos actuar, si lo hacemos en un sitio, por otro lado, ya se ponen sus ventas, no podemos ponernos a pelear, sino a consensuar” aseguró.
Mientras esta aventura de vender lo que se le ocurra a la gente informal o emprendedora, habrá muchos caseritos que les seguirán apoyando, impulsando la economía como buenamente se quiera, y medianamente se los permitan, en este país en el que ellos, los emprendedores, aseguran si hay trabajo, solo que a algunos les da pereza de caminar para ganarse la vida.