Durante la semana que cierra el mes de febrero varios eventos que involucran a la inseguridad como primera plana, han causado nuevamente incertidumbre en la ciudadanía que está cansada se reportar esos hechos, los aprendidos por la policía nacional son dados en libertad por falta de denuncias y su respectivo seguimiento, manifiestan los afectados.
Una de las ciudadanas manifiesta, “el rubro económico que fue sustraído de mi vivienda no representa un valor significativo para una agravante, además los ladrones son menores de edad, que podemos hacer, ellos nos amenazan con que nos van a matar de frente”, de hecho, la telefonearon para amenazarla por haberles denunciado, le dijeron que secuestrarían a una de las menores de la familia.
En el artículo 189 del COIP: “la persona que con amenazas o violencia sustraiga o se apodere de cosa mueble ajena”; segundo inciso: “cuando el robo se produce únicamente con fuerza en las cosas, será sancionado con pena privativa de libertad de tres a cinco años”, pero en muchos de los casos no se logra sancionar.
Nada más pasa de ser un aviso, o de que los efectivos de la policía intervengan y luego todo suceda tal y como antes, los delincuentes vuelven a hacer de las suyas, salen a las calles una y otra vez; tal es el caso de dos jóvenes que ingresaron a un establecimiento de venta de comidas del mismo que se sustrajeron cilindros de gas, ellos fueron captados por las cámaras de seguridad, identificados, pero no detenidos.
A plena luz del día se reportó en Tena, en pleno centro de la ciudad el robo de componentes de vehículos entre las que se conoce a las memorias.
A esto se suman los atracos a locales comerciales en donde se trabaja con trasferencias de dinero, así sucedió en un cyber ubicado a pocos pasos del mercado central en donde asaltaron a sus propietarios llevándose una cantidad determinada de efectivo que aún no estaba registrado en caja.
A tiempo mientras los ciudadanos se reponían de tantas malas noticias jóvenes que frecuentan el Parque Tena fueron asaltados por adolescentes, ellos les arrebataron los celulares y billeteras, esto pasó a las 16 horas del lunes 21 de febrero, los malhechores usaban armas blancas en mano.
“Es sin duda un tiempo en el que no se sabe por dónde caminar y con quien hablar, es inseguro, estamos en una modernidad en la que los adolescentes y jovencitos se drogan y salen sin miedo por lo que no les pertenece” opina Julia Veloz, moradora del barrio Central, “que hacer, denunciar y nada más señala”.