– ¡Chuta. Compadre Ulbio! ¡Con las ganas que tenía de divertirme en las fiestas de provincialización!… Pero ya nos aguaron la fiesta.
– Recuerde, compadre Indiscreto, que la pandemia aún no se ha marchado, y no debemos descuidarnos y andar festejando como locos.
– Pero es que da pena con nuestro Jimi, tan alhaja que es; me lo hicieron soplar la vela del pastel por los 61 años de la provincia solito. Él, que en otros tiempos, bien fiestero, bailarín y todo… ¡Ahora nada! ¡Ni chicha le han brindado!
– Todo por culpa de la pandemia…
– ¿Será la pandemia o la pandemonia? Porque ciertas autoridades, en lugar de atacar a la pandemia, andan atacando a sus contrincantes electorales.
– ¡¿Por qué lo dice, compadre?!
– ¡Clarito está pues! En vista de que no pueden frenar la pandemia, andan frenando las actividades del GAD Provincial. Y eso que, por motivo de la pandemia, solo tres cositas había planificado el Jimi; pero ni eso le dejan hacer; dizque porque no había solicitado los permisos a tiempo…
– ¡Eleee! ¡Sus delegados se han dormido en los laureles!
– No sé si en los laureles o en las amapolas; como siempre creo que andan medio dormidos; por eso hasta les roban las retroexcavadoras en sus narices.
– ¿O sea que no habrá ciclopaseo?
– Sí; pero sin bicicletas. ¡A ver quien se atreve así!
– ¡¿Sin bicicletas?! ¡¿Pero cómo puede haber un ciclopaseo sin bicicletas?! ¡Y yo que estaba ya alistando la mía!
– ¡¿Su bicicleta?! ¡¿Cual bicicleta, compadre?! Si usted no aprendió ni a manejar triciclo. Así que no se me venga a poner de víctima.
– Bueno, solo decía, compadre. ¡Pero sí ya todo estaba a punto caramelo para el ciclopaseo!
– Pues ahí está; le frenaron a raya que casi se va de bruces. Si hasta la ciclo ruta de los sábados ya no le dejaron hacer, bajo el pretexto que mucho está obstruyendo el tránsito en las carreteras.
– ¡Uuuu, compadrito! Desde que se inventaron los pretextos… Para mí que son por puro celos, ya que a esas actividades desde un principio llega don Elías como que nada, y como ahora anda de candidato le saca ventaja a la ex gober.
– Pero en la Sesión Solemne se desquitó, allí les sacó en cara al gober, a la poli y a todos los que le impidieron festejar a la provincia con un poco de alegría. Pero, como es bien pilas, les dijo que se ha inventado otra forma de hacer ciclismo, algo nunca visto, y que para nada va a utilizar las vías de la provincia, porque ha creado “La Ruta al cielo”. ¡Elee! ¡Y eso quién le impide!
– ¡¿La Ruta del Cielo?! ¡Ele! ¡¿Y eso cómo irá a hacer, pues?!
– No tengo ni idea, ni quiero imaginarme siquiera, vaya a ser eso de visitarle a San Pedro.
– ¡Chuta! Ponga que de allá ya no regrese y me lo dejen con todo y bicicleta. ¡Elee! ¡Por andar hecho el Carapaz!
– Y como ya le hicieron calentar, de una vez, también se las fue cantando al Oz, por impedirle hacer obras dentro de la ciudad. Dijo que los otros alcaldes han dejado hacer cualquier proyecto, menos del de Pastaza, pero él como para nada es resentido le vuelve a extender la mano.
– ¡Pero no hay que dar la mano! ¡Acuérdese que estamos en pandemia.
– ¡Otra vez la pandemia! Bueno, que en todo caso los recursos están ahí disponibles para cuando se decida.
– En esta época de escases que alguien me regale dinero, yo agradeciendo de rodillas estuviera, no estar en esa oposición tonta, que al fin quién pierde es el pueblo y nadie más.
– Pero al Oz, como le sobra la plata… ¡¿No ve como hasta se ha dado el lujo de devolver cerca de 43 mil dólares por no haberlos utilizado a tiempo?! ¡Imagínese! Con esa platita cuantas cosas se hubieran hecho, incluso dado de comer a quienes por la pandemia están sin trabajo.
– ¡Claro! Y no coger y devolver así nomás. ¡Eso es una infamia!
– Tiene toda la boca llena de razón, compadre; a él deberían invitarle a la ruta del cielo; a lo mejor reflexiona y se convierte.
– Creo que lo de la ruta al cielo es solo nombre, en honor a quienes fallecieron por Coivid.
– Pero el hecho cierto es que al prefecto sin fiesta, sin programa y sin nada, solito le tocó cantar “happy birday” y “que viva Pastaza”. Sí, porque ya que como no quieren nada, ni al almuerzo de aniversario los invitó como solía hacer en otros tiempos. Bienhechito….