Inicio NoticiasNapo Después de la muerte de dos niños las costumbres siguen

Después de la muerte de dos niños las costumbres siguen

por Andres Ortega

Ocurrió que hace meses la canoa artesanal se dio la vuelta y los niños cayeron en el río Puni, el suceso fue desastroso porque los adultos quisieron ayudar a los pequeños estudiantes, sin embargo no todos sabían nadar y la corriente se los llevó aguas abajo.

El niño pereció, su cuerpo no pudo ser encontrado enseguida, pero a las horas sus familiares lo lloraban después de haberlo hallado en la orilla.

De similar forma otro menor intentaba cruzar junto a su familia con carga en las mismas condiciones, pero las turbulentas aguas golpearon ferozmente a la embarcación y cayeron al agua.

Los padres salieron, pero el jovencito no; fue un suceso triste y los comuneros atribuyen el hecho a la impericia de los tamberos.

Otros moradores sostienen creencias por su parte, ya que afirman que las aguas de los ríos tienen sus encantos, para ellos el que dos niños hayan perdido la vida ahogados por accidentes en las aguas del bravo Puni no es otra cosa que un infortunio del destino.

Para los creyentes que aseguran la naturaleza tiene su enigma, el que un niño muera en las aguas de los ríos es intrigante, según manifiestan se trata de las boas y su necesidad de alimentarse espiritualmente hablando.

Los shamanes por ejemplo, afirman que las almas de los niños que expiran de esta manera se van al servicio de los espíritus de la selva, creencia que deja perplejos a quienes las escuchan y que a la vez se impactan con estos relatos que siendo mitad reales los hechos, la otra parte advierte de que al cruzar los esteros y ríos grandes se debe cuidar a los más inocentes.

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