Son menores de edad, mujeres y barones que mantienen en zozobra a los ciudadanos del cantón Archidona y sus comunidades, se trata de una banda de adolescentes que inclusive visitan los lugares rurales para reclutar en sus filas a adolescentes entre 12 y 16 años.
No se sabe de dónde son, ni cuantos pertenecen a este grupo, lo único que se sabe es que tienen su parada en el parque central de Archidona, los residentes del barrio supuestamente dicen que estos menores consumen alcohol, sustancias sujetas a fiscalización, inclusive realizan actividades delincuenciales.
En la comunidad San José parroquia San Pablo sus moradores indignados por la presencia de los menores en el lugar y ante el presunto reclutamiento de adolescentes para formar parte de este grupo, decidieron castigarlos en una forma ancestral.
El ultimo lunes en horas de la noche fueron detenidos unos cinco integrantes de este grupo, les aplicaron ají en los ojos y les pegaron en el cuerpo con ortiga, según el presidente de la comunidad José Licuy no hubo maltrato físico, “nosotros hemos visto que son menores de edad, por eso como presidente he sido el más cauteloso para topar aun joven, yo los veo como un hijo y por lo tanto el castigo fue de esa forma ancestral mente y lo seguiremos haciendo” enfatizó el líder comunitario.
Según los comuneros esa noche estaban alrededor de unos 30 integrantes de esta banda, supuestamente a visitar a uno de sus integrantes, por esta razón se organizaron y fueron tras la búsqueda de todo el grupo, pero solo cinco fueron capturados y sometidos al castigo ancestral el resto se escaparon, dejando a sus compañeros y abandonando el lugar.
“salen de donde quiera, son unos niños y están haciendo ingresar a otros menores al grupo, por eso llegan a cada comunidad y a aquí no queremos que se vayan con ellos, por eso estamos al cuidado” indicó un habitante del sector.
Los padres de familia mencionaron que estarán atentos a la llegada de los denominados “Fameritos” dicen que no permitirán que los jóvenes de la comunidad se adhieran al grupo ya que en las normas internas existe el acuerdo de castigar a las personas que hacen daño a las familias de la comunidad.
“tenemos miedo que nuestros hijos estén con ellos, a los niños, los jóvenes, a las señoritas, nosotros siempre les damos concejos” dijo una madre de familia.
Hasta el momento los lugareños de la comunidad San José han realizado dos castigos ancestrales, uno con expulsión de la comunidad y el último castigo con consejos para que no anden en malos pasos ni con mala junta.