La ciudad de Puyo está creciendo de manera acelerada, de tal manera que su población es más numerosa, al punto que el actual centro de faenamiento construido hace más de 38 años ya no abastece a las necesidades de los ciudadanos.
Si bien es cierto el Municipio de Pastaza, ha venido haciendo ingentes esfuerzos en venir repotenciando este centro, para responder a las necesidades actuales, pero se hace necesaria la construcción de lineamentos modernos que hoy por hoy se hacen necesarios, como por ejemplo la separación de cámaras para el faenamiento de animales porcinos, otra para bovinos y una tercera para ovinos que hoy por hoy se está incursionando en la ciudad de Puyo.
Raúl Valverde, responsable del camal municipal del Cantón Pastaza, señala que ya hay un nuevo marco legal, que fija los parámetros de funcionamiento de todos los centros de faenamiento del país. Y en virtud del tiempo que lleva el actual centro y la necesidad de ampliar su capacidad, se hace necesaria de manera urgente la construcción de un nuevo centro de faenamiento.
El Municipio de Pastaza ha cumplido con todas las regulaciones y está habilitado para la construcción de nuevas instalaciones y que donde quiera que se lo ubique, significará en polo de desarrollo para ese sector, puesto que significa la presencia de comerciantes, movimiento de personas y comercio, por lo cual, no es de oponerse a la llegada de este centro de faenamiento sino más bien recibir con beneplácito.
A esto se añade la visita de funcionarios del Bando de Desarrollo desde el año pasado, quienes, habiendo revisado todo el sistema de funcionamiento del actual centro de faenamiento, han salido muy satisfechos y complacidos con todas las condiciones técnicas con las que se procesan los animales, de tal forma que han señalado que, de presentarse la solicitud para el otorgamiento de un crédito para la nueva obra, con gusto ayudarían con la presentación de su informe técnico.
La carne que sale desde este centro es totalmente garantizada y muy apta para el consumo humano, de tal manera que no se compara con la carne que se pueda ofrecer de otros lugares de dudosa procedencia. Además, las tasas de faenamiento que se tiene en la provincia de Pastaza es el más bajo de la región, en relación a otros centros cercanos como Napo y Tungurahua.
A ello se añade la presencia de profesionales y mano de obra especializada totalmente autorizada para el manejo de los animales, de tal forma que se cumplen con un proceso garantizado y la carne sale totalmente certificada y con la guía de movilización hasta los centros de comercialización.