Vestidos de negro en su mayoría, algunos cubiertos la cara y con una afilada espada en las manos, se los vio a muchos de los jóvenes de las nacionalidades, quienes eran los encargados de brindar la seguridad a sus dirigentes y también al pueblo que de diferentes comunidad salió para participar en este paro nacional.
Ellos, en diferentes equipos de trabajo fueron designados a diferentes puntos del centro de la ciudad, para brindar también seguridad y proteger tanto los bienes públicos como privados.
Una, para demostrar que no son vandálicos y tampoco saqueadores, como se los estaba erróneamente calificando, en resultado de los acontecimientos del pasado lunes 7 de octubre. Y otra, para demostrar que son gente honrada, honesta y muy respetuosa de lo ajeno, como valores fundamentales que se inculca en cada una de las comunidades.
“No entendemos lo que es vandalismo, porque en nuestras comunidades eso no pasa, somos enemigos de los ladrones y cualquier acto negativo es sometido a justicia indígena” señaló uno de los integrantes de la guardia de seguridad.
En esta actitud, han formado una cerca en las inmediaciones de la Gobernación de Pastaza, para velar por su seguridad y mantenerse vigilantes de cualquier infiltrado, para identificarlo y someterlo a su propia justicia.
En la tarde del miércoles 9 de octubre, al menos tres personas de nacionalidad venezolana y un ecuatoriano de Esmeraldas, fueron detenidos por las fuerzas de seguridad de las nacionalidades.