Por: Edwin Mosquera G.
La falta de energía eléctrica a nivel país, hizo que los comerciantes optaron por diversas formas para subsistir sus negocios y de una u otra forma mantener la economía del país adelante, teniendo en consideración que menos del 1 % de la población del Ecuador posee sus empresas patrimoniales o peor aún tenemos una grandote que nos abstenga de gritar cuando se nos está violentando un derecho.
Una de las formas más factibles fue la adquisición de los generadores de energía a base de combustibles, ya sea este gas, gasolina o diésel, teniendo en consideración que además de los pagos de arriendo, luz, agua, patentes, uso de suelo y demás gastos se tenía ahora que incurrir en el gasto diario de la utilización permanente de hasta por 12 horas de los combustibles que mes tras mes van subiendo su precio eliminando de esta manera, si el subsidio para quienes más lo necesitamos.
Muchas de las veces, tal vez sin darnos cuenta cuando recibimos el vuelto o el cambio en alguna compra no percibimos que faltaban por lo menos 0,10 $ de dólar más o que los productos empezaron a costar 0,10 $ de dólar más sin razón alguna con muchas de las veces, hasta de manera Imperceptible.
Los dueños de los locales comerciales empezaron adoptar esta práctica como el valor agregado que debía cancelar el consumidor por un producto para que el mismo se encuentre ya sea fresco, refrigerado o simplemente para que se encuentre en la tienda o bazar de la esquina.
Hay que tener en consideración que estos gastos extras que se realizaron a lo largo de estos meses en oscuridad, no servían para enriquecer al pequeño comerciante, sino que eran parte de la cuota que se debía cancelar en adquisición de los generadores de energía es más que muchas de las personas, inclusive sacaron a crédito los mismos para ir cancelando en cuotas, tal vez con la diferencia del consumo de la de la planilla eléctrica la misma que a decir personalmente, no varío por los cortes consecutivos de luz, si no cortaron los tiempos de pago y lo que se generaba, eran facturas de igual o superior valor en una época que vivimos de oscuridad.
Muchas de las veces, las condiciones climáticas, el mismo calentamiento global apostado para que la sequía no sea solo a nivel país, sino a nivel mundial, pero esto no exime de la responsabilidad del Estado a que debe prever esta situaciones y no hacer sufrir a quien más lo necesita, porque si no recordamos las barcazas que mandaron a traer del extranjero, se encontraban tanto de energía a las grandes industrias que no dejaban de producir peor aún de vender los grandes generadores que llegaron sin impuestos a diésel combustible más barato llegaron a las grandes empresas que seguían produciendo a lo largo de este tiempo, pero y qué pasa con el pequeño dueño de la tienda bazar licorería bar RESTAURANTE que tenía que gastar alquilando un generador eléctrico ocho dólares por hora o si se lo compraba tenía que gastar por lo menos 3 a 4 dólares diarios mermando de esta forma no solo la ganancia para quienes tienen estos negocios de servicio al público, sino que fueron las personas que más sufrieron la escasez de luz en el país de Manuelito.
Mientras en las grandes mansiones, derrochaban la luz, algunos cenábamos a la luz de la vela no por románticos o peor, aún en una especie de conquista, sino por la necesidad del servicio básico, al momento de alimentarnos, este mes se ofrecieron cancelar todos los apagones estamos casi a 1/3 del mes y lo único que se ha visto es peleas con exmandatarios faltando al respeto, inclusive decirle que se dedique a la carpintería al chiquillo o estar de baile, baile y de serenata en serenata en las fiestas de la capital mientras ansiamos, y deseamos que esta infamia de los apagones termine y volver, por lo menos a tener los servicios básicos en el país de Manuelito.