Una Ordenanza gestada en la administración anterior, había determinado la extensión de los límites del área urbana de la cabecera cantonal de Palora, como medida para frenar la proliferación de cultivos de pitahaya cercanos al centro de la urbe.
Cabe indicar que para ese entonces algunos propietarios de predios urbanos ya habían procedido a instalar sembríos de este cultivo, pero la idea era, con esta medida, impedir que nuevos cultivos se instalen en el sector.
Para Augusto Montesdeoca, Presidente del Barrio La Merced, ubicado en la entrada sur del Cantón, lamentablemente esta medida adoptada por parte del GAD Municipal, no ha surtido efecto en lo más mínimo y es que lamentablemente hasta la fecha vecinos del lugar continúan sembrando el cactus.
Lo preocupante de esta actividad agrícola dijo el dirigente barrial, es el manejo de cultivo y es que las constantes fumigaciones que se tienen que realizar, prácticamente contaminan el ambiente en sus tres niveles, aire, agua y suelo, lo cual se convierte en un verdadero atentado para la salud de los moradores del sector. Frente a este panorama, Montesdeoca considera que debería ser el GAD Municipal la entidad que a través de la Comisaría Municipal en asociación con el MAE, deberían ejercer un control mucho más riguroso, a fin de evitar la instalación de más cultivos en el lugar.