Con el título en la mano y a bordo de una camioneta se paseó por las calles de la ciudad de Tena, presentando lo que habría sido su sueño y fruto de tanto sacrificio y lucha: el cinturón de Campeón Mundial en la categoría súper medio.
El salón de la Federación Deportiva de Napo (FDPN), fue el escenario para darle la bienvenida, expresarle un homenaje y darla las gracias por haber dejado en alto los colores de la patria y de la provincia.
Allí se hizo notar su condición de ser un hijo querido de Tena, aunque sea oriundo de la provincia de Esmeraldas; pero fue aquí en donde nació como deportistas, amante del box y comenzó su carrera hasta convertirse en figura nacional, representando al Ecuador en varios eventos, incluso en los juegos olímpicos por dos ocasiones, hasta alcanzar la máxima presea, el cinturón de campeón mundial.
Carlos Quipo presidente de la FDPN, señaló sentirse orgulloso de recibirlo en la casa dónde inició su fase deportiva, ahora con el más alto galardón. Tiene madera para mucho más y el pueblo de Napo le seguirá apoyando, le dijo.
Evita Castro, ponderó la capacidad del pugilista que conoció desde muy pequeño y con una gran habilidad en los movimientos. Compartió su experiencia al mirar la pelea cuando en el 10mo asalto ya daba señales de un posible noqueo y así fue en el 12 asalto, para orgullo nuestro.
Ya en la parte de los reconocimientos, la FDPN le hizo la entrega de una presea, en honor a su triunfo y logro alcanzado, así también se le hizo la entrega de una artesanía amazónica, elaborada por las manos de las mujeres de las nacionalidades, para que no se olvide de sus inicios en esta provincia.
El profesor Cirilo López, que es el gestor de este campeón que lo descubrió, preparó amoldó y finalmente llevó a la gloria, ahora presenta a la comunidad ecuatoriana el fruto de un gran trabajo como campeón mundial, un mérito obtenido a los 19 años de carrera.
La parte más emocionante vino cuando, el campeón Carlos Góngora, demostró también ser una persona muy sensible y que lloró al referirse a quién fuera su entrenador, amigo y padre que fue capaz de llevarlo a la cima y por eso le hizo la entrega de los guantes de oro con los que ganó la batalla, en señal de la misión cumplida y le entregó el resultado del sueño anhelado.