Inicio Entrevistas HORTENSIA GODINEZ: Nació para servir primero a Dios y después a la gente

HORTENSIA GODINEZ: Nació para servir primero a Dios y después a la gente

por Andres Ortega

De origen mexicano, su obediencia a la congregación religiosa a la que pertenece (hijas mínimas de la inmaculada concepción) hizo que acuda al llamado desde la Amazonía del Ecuador. La Casa del Adulto Mayor Monseñor Tomás Romero Gross que tenía la necesidad de personal que venga a servir y desde entonces, la hermanita Hortensia Godinez, reside en nuestra ciudad.

Su venida al Puyo (año 2019) ocurrió en un momento de prueba en su vida, ya que hace pocos días sufrió el lamentable fallecimiento de su padre, pero haciendo acopio de sus votos de obediencia tomó el avión. No lo pensó mucho, aunque por dentro sentía destrozada por el dolor personal y el de su familia.

Nos cuenta que la ciudad de Guanajuato de donde es oriunda tiene estaciones en las que las plantas florecen y otras en la que todo es seco, pero se sintió maravillada al ver que en la amazonia ecuatoriana, el verdor es abundante y permanente.

Ya cumplió 25 años de servicio desde que inició su trayectoria. Su vocación viene desde antes de la cuna, ya que proviene de un hogar con muchos valores cristianos desde sus abuelos. De niña, en alguna ocasión se puso una manta en la cabeza y sus allegados comentaron que “parece una monjita” lo que le hizo sentir bien, sumado a su deseo natural de ayudar a los más necesitados, acudió al llamado de Dios a los 25 años de edad a la congregación donde se formó. Antes ya pasó por otras congregaciones que por diferentes circunstancias no pudo concluir su formación, pero en la última, todo se facilitó por lo que considero que es una señal que le revelaba que ese era el lugar para empezar su camino.

Admira a San Francisco de Asís y los valores que profesaba y sobretodo practicaba, la sencillez, humildad, una vida con pocos recursos, pero con dignidad y al servicio desinteresado de sus semejantes.

Dentro de su experiencia recuerda un pasaje que entristeció su corazón cuando una mañana, una adulta mayor fue abandonada a las puertas del asilo. La abuelita no dijo nada en todo el día y al ver que las horas pasaban y no se iba, se acercaron a preguntarle la razón de su permanencia en el sitio y respondió que su propia hija la dejó ahí y le dijo que le esperara que regresaría después, cosa que nunca ocurrió. Otro caso que pudo conocer fue el de un adulto mayor que teniendo nueve hijos ninguno quería hacerse cargo de él, por lo que hizo el llamado respectivo a las personas que tienen adultos mayores en el hogar para que no los abandonen, ya que lo que se siembra se cosecha.

En el asilo, donde cumple la función de coordinadora hay un trabajo integral y el principal ingrediente es el amor y la presencia de alguien que les brinde apoyo. Los meses más críticos de la pandemia fueron durísimos, todos se contagiaron. La falta de contacto personal les causó depresión y algunos, los más delicados en su salud, fallecieron.

El 15 de agosto anterior, la hermana Hortensia recibió un reconocimiento por su trayectoria devocional, sus inicios fueron en el año de 1997 y para ella es un gozo muy grande el tener la oportunidad de servir a Dios primero y luego a las personas que sufren de enfermedades y adultos mayores.

Pidió a la ciudadanía el apoyo de la oración para que a todas las personas que trabajan en este tipo de tareas sociales, les otorgue la fortaleza para continuar con el sacrificio de su labor. A la juventud invitó a que abran los oídos de su corazón, así algunos podrán escuchar el llamado de Cristo y sumarse a la causa.

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