La familia Ocampo, es una de las tantas familias que se ha visto perjudicada por el tema de las invasiones a la propiedad privada en la provincia de Pastaza, hasta ahora sigue luchando por tratar de desalojar a los usurpadores, pero lamentablemente no cuenta con el apoyo de las autoridades.
La arquitecta Marcia Ocampo, señala que sigue en la lucha contra este gran problema social y de tráfico de tierras, como ella lo señala, porque están llegando personas de otras provincias supuestamente a adquirir las tierras sin que se les garantice la legalidad de las mismas.
En tal virtud, ella de su propia cuenta y ante la falta de apoyo de las autoridades locales, se ha visto en la obligación de viajar a la ciudad de Quito, de donde ha obtenido una disposición para proceder con el desalojo de los invasores, pero que una vez más se topa con la falta de colaboración de la autoridad local, demostrando total incompetencia de cada una de ellas.
Mientras tanto, el tiempo pasa y estas personas siguen ganando espacio, abriendo vías, adecentando quebradas, haciendo drenajes y metiendo maquinaria aludiendo que son terrenos de su propiedad, hay una persona identificada como Cristian Valverde, quien al momento se halla trabajando con una retroexcavadora, las personas que lideran es la señora Raquel Can, un señor Salazar que es de Cuenca, Miguel Romero Chávez que tiene sus propiedades, pero que por avaricia sigue cogiendo más, el abogado que les patrocina es Ernesto Pérez Brito, que también está engañando con la falsa promesa que les van a legalizar, pero resulta que es una propiedad privada, se trata del lote 3A de 21 hectáreas.
El llamado a la gente pobre a que no se deje engañar por esta gente inescrupulosa que están cayendo en delito de tráfico de tierras ya que nunca van a poder legalizarles la propiedad, más bien tienen que salir y para ello ya cuenta con una orden emitida desde el Ministerio del Interior.
La impotencia que siente es más bien por la falta de voluntad de las autoridades locales que se dan las vueltas y no acatan la disposición ni de parte del Gobernador, Intendencia, Policía y más. Mientras tanto, estas personas inescrupulosas siguen vendiendo los lotes, siguen engañando a la gente y siguen haciendo de las suyas en un terreno que no les pertenece.
Como propietaria cuenta con la capacidad para responder a las exigencias que un desalojo comprende, ya solo es voluntad de las autoridades.