– Compadre Indiscreto, ahora sí, vengo a que me pague la apuesta…
– ¡Ele! ¡Qué’s pues! ¡Demás zonzo mismo! ¡¿Qué apuesta pues?! ¿De qué me habla, compadre Ulbio?
– ¡No se me haga el loco compadre! Ni tampoco el desentendido. ¿Se acuerda que yo le dije que Ecuador le ganaba a Colombia y usted dijo que ni en pelea de perros, que Colombia era mucho más esquipo, que además estaba en su propia cancha, que esto que el otro?
– Bueno, y… ¿Qué hay con eso?
– Yo le dije: “Vamos una jaba que Ecuador le viene ganando”. Y usted me dijo ni en sueños le gana.
– Es que yo creía, que como Colombia venía ya de perder su anterior partido, éste y en su propia cancha se las iba a jugar el todo por el todo.
– ¡Es que nada, compadre! Lo que pasa es que usted es un hombre de poca fe, eso es todo; hombre de poca fe. Yo, en cambio, confiado en mis muchachos, les dije: “¡Vamos con fe que este también lo ganamos!” Y así fue. Para que aprenda compadre y la próxima no se equivoque.
– ¡¿Para que aprenda qué pues?! ¡¿A copiar las ideas de otros?! ¿No ve que ese era el eslogan de campaña del padre Patricio, que en paz descanse y de Dios goce? Él decía: “Vamos con fe”; pero porque era sacerdote. ¡¿Usted qué, pues?! Y todavía diciendo “vamos con fe” a los jugadores. Eso es estar blasfemando la memoria del padre. No crea que porque está muerto no le va a venir a halar las orejas.
– ¡¿Cierto no?! Ya decía yo: “¿Dónde escuche esta frase?” Ahora que usted me hace acuerdo era la frase del padrecito: “Vamos con fe”.
– ¡Nada que “era”! Sigue siendo todavía.
– ¡Cómo va a decir eso! ¿No ve que el padrecito ya murió? Y nos quedamos sin candidato. Ahora nos tenemos que conformar con uno de los mismos de siempre.
– ¡Ele! ¡¿No sabrá pues que ya nombraron un remplazo?! Y es uno de sus más fieles seguidores. El único que decía que solo se confesaba con el padre Patricio y nunca con el obispo.
– ¡¿Ah, siii?! ¡No me diga! A ver, cuente usted que todo lo sabe y lo que no sabe se inventa. Diga quién es ese candidato que sea digno de remplazarle al padrecito; porque eso no es tarea fácil. No cualquiera lo puede imitar.
– Pues es, nada más y nada menos, que el doctor Valverde, el que andaba a la sombra del padre y ahora dice que va a seguir sus huellas.
– ¡¿El que ya fue alcalde años atrás y luego concejal y luego también candidato, pero no ganó?! ¿De él me está hablando?
– ¡El mismo que viste y calza! El otro día hicieron el lanzamiento oficial de su candidatura y dijeron que no encontraron persona más idónea para remplazar al padrecito que quien fue su fiel compañero, seguidor y devoto. Es más, la familia del padrecito le hizo la entrega de las prendas del padrecito: gorra, sombrero y zapatos para que vaya bien bendecido y con más fe.
– Es por eso que usted me decía que siguen utilizando el mismo eslogan “Vamos con fe” y ahora con más fe, porque ya tienen un ángel que desde el cielo les va a dar una manito.
– ¡Exactamente compadre! Por eso usted no puede utilizar esa misma frase para cosas mundanas, peor para unos pateadores de pelota, solo para que ganen.
– ¿Y usted cree que este nuevo candidato pueda hacer calor a los otros jugadores? ¡Qué digo! A los otros candidatos, que ya le llevan la delantera con una campaña anticipada.
– Yo creo que sí. Porque desde ya ha hecho tambalear el tablero electoral y dicen que andan medio asooostados.
– ¡Me parece perfecto, compadre! Él, con su experiencia, conocimiento y capacidad; creo que, si va a dar pelea. Y además, la edad que tiene, mil respetos. Ya dice el dicho que el diablo sabe más por viejo que por diablo, jeje.
– ¡Nooo, pues compadre! No le diga así, pues. ¡¿Acaso va un diablo a reemplazar a un ángel?! ¡¿Qué le pasa, pues compadre?!
– Perdón compadre, yo solo quería halagarlo…
– ¡¿”Alargarlo”, dice?! Si él no necesita que lo alarguen. ¿No ve que ya está bastante largo?!
– Yo dije “halagar”, no alargar… Y hablando de alargar, ya se me alargó el día y tengo que llevar el pan a la casa… Nos vemos mañana para que me pague la jaba…
– Bueno, esperará nomás con toda la fe del mundo esa jaba, a ver si se le hace el milagrito, jeje.