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Nangó, el poético declamador

por Andres Ortega

– ¡Sardiiinas! ¡Compre sardiiinas!… Oiga, compadre Indiscreto, cómpreme unas sardinitas.

– ¡Ele! ¡Que´s ps, compadrito Ulbio! ¡¿Ya dejaría la mecánica para dedicarse a la venta ambulante?!

– Si pues, compadre; es que está malo el camello.

– En ese caso no queda más remedio, ya que usted arreglaba carros y no camellos.

– Bueno, compadre, cómpreme una sardina que es buena para mejorar la inteligencia.

– ¡¿Mejorar la inteligencia?! ¡Uuuu, compadre! Si de eso se tratara, usted necesitaría comerse una ballena. ¡Y, ¿para qué queremos mejorar la inteligencia en estos días?! ¿No ve que ahora ya tenemos la inteligencia artificial que nos resuelve todo?

– ¡¿Inteligencia artificial?! ¡¿Y eso con qué se come?!

– Eso se come todo, y los políticos se comen a todo el mundo.

– Bueno, algo de eso he oído; que ahora hay un chat JPG ni sé qué…

– ¡Ay, compadrito! Usted sí que es bien zonzito; no es chat JPG, eso es para las fotos. Es Chat GPT, que es un programa que ayuda a resolver casi todos los problemas de la vida. ¿No ve esa asambleísta que usó Chat GTP para su discurso? Cosa que lo leyó hasta con las instrucciones: “Si quieres otras alternativas de cambios de nombres puedes pedírmelas…”

– ¡Ah chuta, qué bárbaro!

– Y como dijo nuestro Señor Jesucristo: “Nadie es poeta en su propia tierra…”

– ¡Ele! ¡Acaso que es así! Es: “Nadie es profeta, pro-fe-ta”.

– ¡Y usted, ¿como se atreve a estarme corrigiendo?! Digo “poeta” porque aplica a la realidad actual. ¿No ve nuestro asambleísta Nangó? Que aquí en su tierra nunca le hemos escuchado ni un verso ni una rima; ahora se pegó en la Asamblea un discurso, que más que discurso fue un verdadero poema.

– ¡¿En serio?! ¡¿Y cómo asía ah?!

– Ahí, durante el debate de la llamada “Ley de Solidaridad” enviada por el gobierno dizque para combatir el crimen organizado.

– Algo de eso escuché, que había hablado bien bonito.
– Ah, eso sí, nuestro asambleísta se pasó, que discurso, que palabras, que inspiración que se pegó. Que hasta mandó a expulsar de su casa a la dirigencia de su partido. ¡Qué elocuencia! ¡Qué poema! ¡Qué rima! Si hasta los comentaristas decían: “esto no es un discurso sino una declamación…”

– ¡¿Una reclamación?! ¡¿y qué estaba reclamando pues?!

– No estaba reclamando nada, estaba declamando; así se llama cuando se recita un poema.
– Bueno; por lo menos ha hablado y nos ha representado bien a la provincia de Pastaza. ¡Acaso que es fácil hablar en la Asamblea!

– En eso sí tiene toda la boca llena de razón, compadre; otros todavía no dicen ni pio y ni lo dirán.

– Como nuestros asambleístas que acaban de salir, que nunca se los vio interviniendo.

– Es que ahora ya no es como antes, compadre; no es nomás de pedir la palabra ese rato y decir lo que se te salga de la barriga. No, ahora es de solicitar por escrito la intervención y con tiempo de antelación; y, para ello, tienes que informarte, prepararte bien sobre el tema y hablar con argumentos.
– ¡Que prepararte ni que nada! Si la crítica está en que la mayoría de los mal llamados “Padres de la Patria” han usado eso del JPG… ¡Así cualquiera pues! ¡Hasta yo fuera e interviniera!

– ¡Que no es JPG, sino GPT! Así como, en su tiempo, usted hacía los deberes copiando de eso que se llamaba “El Rincón del Vago”, ahora todo mundo lo hace con la inteligencia artificial.
– ¡¿Ya ve?! Por eso se la dan de inteligentes, como usted dice: “¡Qué discurso! ¡Qué poema! Si todo ha sido un copia y pega, nada de su propia cabeza, sino de inteligencia artificial.

– Si hasta hubo una asambleísta que metió al IESS por ahí, que no venía al caso, pero clarito se dejó notar que todo estaba leyendo tal cual, sin ni siquiera revisar y depurar. ¡Qué vergüenza!
– ¿Y nuestro asambleísta? ¿También utilizaría ese chat J…, o le que sea, para hacer su poético discurso?

– No lo sé; pero, mientras declamaba su poesía, no dejaba de leer la hoja, no levantaba ni la cabeza, dando a entender que no era un discurso suyo, que le habían dado haciendo; lo cual le devalúa totalmente su mensaje. En una parte, como tres Patines, hasta nombró a su mamita: “Madre cariñito santo, ven alumbra mi existir…” y mandó saludos a muchas personas de su provincia como si fuera una cuña comercial, jeje.
– Bueno, como le digo, tomémoslo por el lado amable, por lo menos intervino, rompió el hielo como quien dice, ya botó los nervios y luego ya irá poco a poco mejorando, pero dejó en claro que Pastaza ya tiene voz.

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