El 23 de noviembre del presente año, Jordy cumplía con una de las rutas que habitualmente hacía por su trabajo, él se movilizaba en su motocicleta en horas del día por el barrio San Jorge.
Aparatosamente, el vehículo de placas PHI – 047 embistió al motociclista quien iba por su carril, “fue un golpe fuerte, se escuchó hasta nuestra casa, de ahí salimos todos a ver qué pasó, el chico se había quedado ahí en el piso sin movimiento, ese señor del carro dijo que ya va a ayudar, pero dio retro y se fue”.
Desde ese momento inició una travesía sin retorno para Jordy Alejandro Silva Morales, quien ingresó al Hospital José María Velasco Ibarra con golpes y una fractura de su cráneo, ingresó a coma y horas después, el 24 de noviembre sus familiares informaban a los medios de comunicación local que el joven perdía la vida por complicaciones en su cabeza.
Del “asesino”, como lo tildan repetidamente los amigos de la víctima no se sabe nada, huyó; inexplicablemente, se preguntan porque ocurrió esto con Jordy, un joven deportista, amante de la salud y un padre joven que recientemente había encontrado un trabajo estable y que tenía tantas ganas de seguir luchando por su joven esposa y su pequeña hija.
En la fiscalía los familiares del fallecido dejaron una denuncia, la cual esperan siga de oficio y se sancione con el peso de la ley al abogado que atropelló a Jordy.