Inicio Noticias Nuevo Corredor para proteger la naturaleza y territorios indígenas

Nuevo Corredor para proteger la naturaleza y territorios indígenas

por Andres Ortega

El Gobierno de Ecuador, en colaboración con Conservación Internacional- Ecuador, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés), ha reconocido oficialmente una extensa área de bosque amazónico como un corredor de conectividad. Este corredor está diseñado para facilitar la movilidad de especies frente al fraccionamiento de los ecosistemas y, al ser altitudinal, contribuye a la adaptación climática, permitiendo que la vida silvestre migre hacia elevaciones más frías a medida que aumentan las temperaturas globales.

Con una extensión de 316.323 hectáreas, el corredor Palora–Pastaza conecta el Parque Nacional Sangay con los territorios ancestrales de los pueblos indígenas Shuar, Achuar y Kichwa. Con altitudes que varían entre 358 y 1.700 metros, este corredor brinda rutas esenciales para que jaguares, tapires amazónicos, monos lanudos y otras especies se desplacen en busca de alimento, pareja y hábitat adecuado.

«El cambio climático está empujando a las especies a salir de sus hábitats tradicionales hacia refugios más frescos en elevaciones más altas, haciendo que los corredores sean esenciales para su supervivencia. Este corredor de conectividad sirve como una vía de migración vital, permitiendo que la fauna amazónica se adapte y persista mientras nuestro planeta se transforma.», dijo Carolina Rosero, Vicepresidente y Directora Ejecutiva de Conservación Internacional en Ecuador (CI-Ecuador).

A diferencia de las áreas protegidas tradicionales, los corredores de conectividad están diseñados para vincular ecosistemas fragmentados y, al mismo tiempo, apoyar el uso sostenible de la tierra impulsado por las comunidades. En Palora-Pastaza, el 84% del corredor se encuentra dentro de territorios indígenas ancestrales, donde las comunidades Achuar, Kichwa y Shuar, junto con dos gobiernos provinciales y seis municipales, encabezan los esfuerzos de conservación, basados en la gobernanza local y el conocimiento tradicional.

«El bosque es importante para nosotros. Nuestro padre siempre nos decía que lo compartiéramos con otras comunidades, que mostráramos a los demás la importancia de proteger el bosque», dijo José Vargas, presidente del Bosque Protector Arutam, un área núcleo shuar ubicada dentro del corredor. «Me hace feliz ver a otras nacionalidades participar, porque la unidad nos ayudará a conservar la naturaleza».

En 2023 comenzaron las actividades para desarrollar el corredor Palora–Pastaza. Las nacionalidades y comunidades indígenas, mediante un proceso de consulta libre, previa e informada, decidieron colectivamente incluir sus territorios dentro del corredor. Para garantizar su sostenibilidad a largo plazo, CI-Ecuador apoyó la conformación de un grupo promotor integrado por representantes de gobiernos indígenas y locales.

Paralelamente, un análisis conjunto realizado por Conservación Internacional-Ecuador y EcoCiencia-Kolibria identificó las rutas óptimas de migración de la vida silvestre, tomando en cuenta la cobertura forestal, la topografía y la presencia de carreteras. “El estudio de conectividad evaluó las rutas más viables para el desplazamiento de los animales, considerando factores como la distancia entre las áreas de bosque primario, determinado los caminos menos difíciles para las especies”, explicó Rosero.

Deja un comentario

* Al utilizar este formulario, usted acepta el almacenamiento y el manejo de sus datos por parte de este sitio web.