Varios colectivos que forman parte del Grupo de Mujeres de Pastaza, se auto convocaron la tarde del lunes 19 de septiembre, para realizar un plantón en rechazo a la violencia de género, los femicidios y por solidaridad con María Belén, en ese momento desaparecida en un suceso que involucra a elementos de la Policía Nacional. (Para el día miércoles el cuerpo fue encontrado y el Gobierno aceptó la existencia de femicidio).
Primero fueron pocas voces y luego se sumaban más y más a dicho plantón, en los exteriores del ex comando de policía en el centro de Puyo, junto a la Cruz Roja Ecuatoriana, que no dejaban de desmostar su descontento, con gritos, consignas y pancartas en donde, se condenaba la violencia y no querían que ninguna mujer más sea víctima del maltrato, por ningún motivo.
Nemo Andy, líder de las mujeres amazónicas de la CONFENIAE, junto al colectivo de mujeres Shacha Runa, señaló que estaban allí porque ya están casadas, que cada vez sucedan estos actos de violencia que denigra a las mujeres y que incluso acaba con sus vidas. Declaró, que la mujer indígena no está libre del maltrato, también sucede en las comunidades y que también se han dado casos de femicidio, por lo que es hora de decir “basta ya, no queremos una víctima más de las mujeres que sea maltratada, agredida física, psicológica y hasta quitada la vida”.
También estuvo la abogada Jessica Delgado, junto al grupo de mujeres “Caminantes”, quien señaló que muchos casos de violencia y femicidios están quedando en la impunidad, no existe una transparencia en la justicia y por eso exigen resultados en el caso de María Belén.
Es reprochable que, el principal implicado en un posible delito haya quedado libre, por lo que solicitan que se le siga el rastro para que pueda responder que hizo con María Belén. La Policía debe estar a favor de la justicia, facilitar la información para que el caso se investigue hasta las últimas consecuencias y para nada encubrir a nadie.
En ese entonces guardaban la esperanza que María Belén pueda estar con vida y que ponto retorne al ceno de su familia donde está su madre y su hijo que la espera, la fe es lo último que se pierde, pero las esperanzas se desvanecieron con el hallazgo del cuerpo sin vida. En Pastaza ya tenemos un lamentable caso, donde una joven mujer y madre fue violentada y quitada la vida en un hecho condenable en todo sentido y que esperan que no se vuelva a repetir.
Caía la noche y las manifestantes no dejaban de gritar, sobre todo señalando que es incompresible que la policía que es una institución creada para brindar seguridad a todos los ciudadanos, sea donde tengan que pasar estos hechos muy lamentables.