Por: Punta de Lápiz
¿Qué nos está pasando?
Todos días nos asombramos por lo que informa la prensa nacional -sí, la ‘corrupta’- y lo que informan nuestros medios de comunicación provinciales.
Todo gira en torno de la corrupción y cada vez es algo nuevo. Ningún hecho delictivo se repite. Por todo lado apesta; es una cloaca, pero sin tapa.
Una jubilada escucha que le puede devolver el IVA, paga para que realicen ese trámite y recibe unos USD 800 dólares de los cuales, por desconocimiento USD 500 dólares no cumplen la norma reglamentaria. Los tiene que devolver. Lo hace, pero como castigo por ese desacierto el SRI le cobra ¡USD 500 dólares de multa! Sí, el mismo SRI que se vuelve ciego, mudo, cómplice, cuando desde un ex presidente, un ex vicepresidente, asesores, ministros, asambleístas, empresas y un largo etcétera, se llevaron miles de millones de dólares, asaltaron los bienes del Estado perjudicando al país y, ellos, -el SRI-, tan minuciosos con contribuyentes pequeños, no les convino percatarse de nada…
Es grotesco observar como los delincuentes disparan a la policía y que ésta no dé la respuesta debida. Al final ningún delincuente detenido, ni muerto o herido ¿mala puntería? ¿Falta de entrenamiento? No lo creemos así. Es temor –de los policías- de herir o matar a los malandrines porque de hacerlo se acaban sus carreras, y sobre eso los delincuentes los demandan, y los jueces los condenan a la cárcel.
En nuestra ‘ubérrima; tierra Pastaza’, no se avizora autoridad que se preocupe por sancionar culpables o solucionar problemas. Hay autoridades que no encuentran la fórmula para remediarlos.
Hay temas que nadie los trata, pese que han transcurrido los primeros cien días de gobernanza. Solo se ha dado que hablar: del ‘candado’ del SEROTP; la supresión de los USD 5 dólares que de alguna forma beneficiaba a los Bomberos, acciones que más parecen haber sido tomadas para congraciarse con determinados grupos, que no representan la mayoría de los ciudadanos.
Sumemos a esto que sorpresivamente y soterradamente nos comienzan a cobrar la ‘tasa por alcantarillado’ “por disposición de la Contraloría”, pero no existe una visión clara, sobre temas trascendentales como la solución definitiva de la falta del servicio de agua, que en estos días lo suprimieron por completo, y, volvimos a esos episodios que creíamos olvidados y obsoletos, como la ‘repartición de agua con tanquero’.
Nada se dice de cómo se pretende remediar la terminación de las obras que fueron iniciadas por la anterior administración y que ahora se encuentra paralizadas por ‘falta de pago de planillas’. Y qué decir de las calles destruidas y cerradas a gusto de los contratistas, convirtiendo el tránsito vehicular de la ciudad, en un caos. Ni tampoco se habla cómo terminar con la inseguridad que tiene aterrada a la población.
Para rematar también en el Puyo existen jueces que viven de las coimas; a la vista de todos, beneficiando al choro y condenando a inocentes; jueces que prevalidos de poder y tan seguros de sí mismos, ofrecen acogerse a la cooperación eficaz para ‘disimuladamente’ cerrar bocas y meter miedo a otros colegas, que se abstendrán de ‘lanzar la primera piedra’ porque tampoco están libres de culpa.
Mientras tanto, seguimos siendo una sociedad apática, que cómoda, prefiere fingir que nada ve, que nada sabe. Lo más peligroso es esta pasividad colectiva, ya que muy poco o nada hacemos para cambiar este tenebroso destino.
Ahora como nunca suena tan real y acertado este pensamiento: “Me gustaba más cuando los ladrones se tapaban la cara. Ahora llevan trajes y gobiernan países”, (Mario Moreno “Cantinflas”).
Insisto: ¿Qué nos está pasando?