Por: Patricio Chamorro
Ingeniero Ambiental
Mantener un habitad en equilibrio ecológico, se va convirtiendo en una tarea difícil para las actuales generaciones; por un lado, vemos a ciertas autoridades incapaces de tomar una decisión para precautelar el bien ajeno, por otro lado, vemos como miles de familias toman posesión de algo que no es suyo, muchos por necesidad, otros por negocio.
Muchos se preguntarán ¿pero que tiene las invasiones con los ecosistemas? yo diría que mucho y les voy a explicar con un ejemplo práctico y cercano: Este es el caso de la Ex Hacienda Te Zulay, donde la irresponsabilidad de las autoridades (Gobernadores, alcaldes y más funcionarios de gobierno) ha permitido que un predio que en su momento era destinado a la producción, posterior aquello fuera declarado patrimonio cultural; en la actualidad apoyados por dirigentes indígenas, traficantes de tierras y uno que otro abogado del mal; se haya dado paso a la conformación y consolidación de asentamientos ilegales. Trayendo consigo múltiples inconvenientes, entre ellos el problema ambiental.
Parte de la ex hacienda Té Zulay, ahora denominada ciudad intercultural de las nacionalidades indígenas de Pastaza, posee aproximadamente 1.137 hectáreas en las cuales cientos de familias se han instalado con sus viviendas, constituyendo de esta manera un grave riesgo para los ecosistemas, no solo del lugar, también afectando a las zonas aledañas. Los principales aspectos a tomar en cuenta son: la contaminación del suelo, el aire y el agua.
La degradación de los suelos, se da, gracias a la acumulación de los residuos que se combinan y generan una alteración de las propiedades físicas y químicas del suelo, reduciendo su fertilidad, la capacidad de aireación, la retención de agua y su porosidad. Los asentamientos de viviendas sobre todo influyen en la pérdida de la cobertura vegetal ocasionado: desertificación y un mal aspecto paisajístico.
Al carecer de servicios básicos los asentamientos ilegales, con la generación de residuos (basura), y aguas servidas contaminan las fuentes de agua. Hay que tomar en cuenta que cuando no se cuenta con una capa impermeable que proteja y aísle el suelo, los líquidos percolados provenientes de la descomposición y compresión de los residuos se filtran a través del suelo. Estos pueden llegar a las capas de agua subterránea, contaminando el agua, posteriormente causando enfermedades, tanto a la población como a la poca fauna que sobre vive en la zona; un punto que se debe tomar en cuenta al respecto es que en la parte alta de la ex hacienda Zulay nace el río Salomé, caudal que muchos habitantes de la ciudad de Puyo utilizan sus aguas para el aseo e incluso para la preparación de sus alimentos.
La presencia de residuos en el sector, trae una descomposición lenta y con baja o nula presencia de oxígeno. También se producen malos olores y emanación de gases que contamina el aire.