El barro es un elemento de la cultura kichwa que ha sido de apoco abandonado por este pueblo originario de la amazonia, pero en Napo aún existe una familia liderada por la ruku mama quienes gracias al rescate de los saberes ancestrales han logrado un legado.
“Somos sensibles como el barro y al mismo tiempo fuertes como una pieza horneada, juntas somos guerreras luchando incansablemente por nuestras familias, por una sociedad equitativa donde se respete el acceso de todas las mujeres a la salud, educación, cultura, deportes, política y muchos otros espacios más. Reivindiquemos que todos los días, la lucha sea por una sociedad inclusiva para todos y todas.
Que para los emprendedores y emprendedoras se siga fomentando el apoyo a través de alianzas público privadas”, son las expresiones de esta valiente mujer que ha logrado mantener su acervo cultural intacto.
“Es un honor compartir experiencias con otros maestros que aplican distintas técnicas acabados y texturas utilizando este material” dijo Serafina quien asistió a la invitación al evento ARDIS 2022 arte y diseño y al CIDAP América, para formar parte de los panelistas en la charla sobre cerámica contemporánea.
Un espacio elegido para este arte dónde el barro es el eje fundamental del producto final de varios ceramistas y alfareros.
“Aún hay mucho por crear por compartir y por transferir conocimientos, así como aún hay grandes desafíos en la conservación de este arte, la comercialización, la promoción y el precio justo por cada obra realizada. Un abrazo inmenso a todos los artesanos de nuestro no hay nada más bonito que lo que se hace con el” asiente al hablar de su pasión por la alfarería.
¿Se puede meditar con barro?
“La arcilla es un material cuyo tacto me resulta agradable, es suave, blando y tiene la maravillosa capacidad de adaptarse a la forma que le vamos dando. Además, es un material natural y ancestral, ya que llevamos miles de años relacionándonos con él. La sensación de tener barro en las manos es muy antigua y muchas personas, una vez que lo prueban, parecen reconocer esa conexión con la tierra, en esta vida que caminamos a pasos apresurados”, explican las hijas de Serafina quienes promueven esta práctica.
“Mientras moldeo mis piezas de barro pienso en lo diversas que somos, en las luchas históricas de muchas otras valientes mujeres que han tenido que entregar incluso su vida por derechos justos para nosotras. Pienso en las luchas diarias que tenemos que enfrentar aún para que nuestros derechos humanos sean respetados, que por el simple hecho de ser mujer aún somos señaladas, nadie me lo ha contado, lo he sentido, lo he vivido”, replica Serafina a quien es más fascinante escucharla mientras diseña su arte, quien nos invita a reflexionar sobre lo hermoso de la naturaleza, la cultura y las tradiciones en Napo.