Por: Edwin Mosquera G.
El domingo 21 de abril de 2024, a boca de jarro el gobierno presentaba en horas de la noche, el famoso 9 a 2, que presuntamente hacía referencia a un triunfo rotundo en las urnas, frente a la consulta popular y referéndum, que a criterio propio fue solo un mamotreto de medirse para una supuesta candidatura en el 2025, que obviamente no fue de a gratis, si no que costó unos 60 milloncitos de dolares a todos los ecuatorianos, solo para alimentar el ego de un neófito político que hasta ahora solo la está cagando.
Ahora bien, con casi el 70% de los votos la people indicó que no estaba de acuerdo en que emplee utilizando el sistema de fraccionamiento de horas o el famoso trabajo por horas, pero ahora resulta que en la magnificencia de nuestro primer mandatario, al observar que no salió como él quería la consulta, se le iluminó y se pretende regular el trabajo por horas vía acuerdo ministerial, indicando que no se requiere una reforma laboral, sino solamente un acuerdo ministerial, y que “este Ministerio no va a desamparar a quienes no tienen trabajo. Las jornadas laborales de dos o tres horas (al día) las vamos a regular, en la medida en que se requiere dar trabajo pleno a quienes no lo tienen”.
Entendamos algo, una consulta popular es un mecanismo que garantiza la participación ciudadana, a través de un proceso de democracia directa, y considerando que la voz del pueblo es la voz de Dios, al desobedecer el pronunciamiento popular y pretender atentar contra los derechos del trabajador vía acuerdo ministerial, acaso no estaría incumpliendo sus funciones para las cuales, algunos le eligieron como primer mandatario, o acaso está buscando a toda costa atropellar los derechos laborales en beneficio de su grupo empresarial.
Líbrame de las aguas mansas, que de las bravas me libro yo, pues imagínense las barbaridades que está haciendo el omnipotente presidente, entonces ustedes creen que es racional este comportamiento, o solo significa alimentar el ego de un muchacho malcriado que intenta cumplir el sueño frustrado de su padre, que al vaivén de sus pretensiones maliciosas, jamás piso el Salón Amarillo y buscaba solo dejar su rostro en uno de los cuadros de Carondelet.
El artículo 327 de la Constitución dice actualmente: «Se prohíbe toda forma de precarización, como la intermediación laboral y la tercerización en las actividades propias y habituales de la empresa o persona empleadora, la contratación laboral por horas, o cualquiera otra que afecte los derechos de las personas trabajadoras en forma individual o colectiva. El incumplimiento de obligaciones, el fraude, la simulación, y el enriquecimiento injusto en materia laboral se penalizará y sancionarán de acuerdo con la ley», entonces si en la actualidad existen varias irregularidades en las empresas en los pagos y aportaciones al seguro obligatorio por parte de los homólogos empresarios del presi, con qué garantía se pretende desvirtuar una estabilidad horaria y pretender que se mermen para complacer a un único sector.