La necesidad económica hace que algunas mujeres se dediquen al oficio más antiguo, los problemas surgen cuando lo ejercen de manera desorganizada e incluso insalubre a lo que se suma que el sitio favorito por el que recorren ofreciendo sus servicios es por los bajos del municipio y calles cercanas. Las agresiones y otros problemas son constantes. Y lejos de minorar la situación debido a la pandemia, más bien, ha aumentado el número de mujeres.
De su parte la comisaria municipal Narcisa Medina, realiza permanentes operativos, manifiesta que no solo depende del municipio, sino que también requieren el apoyo de la policía nacional. Reconoció que lo único que están limitados a hacer es corretearles prácticamente como si estuvieran jugando al gato y el ratón, se van un rato y luego regresan.
Los propietarios de los hostales son los que no están colaborando, apuntó. Ha notado que un hostal que anteriormente ya fue sancionado está reincidiendo por lo que no descarta la aplicación de la clausura definitiva. Los agentes municipales que están trabajando, han sido víctimas de agresión, aunque no física, si verbal, porque “les han insultado feamente, aunque la gente piense que no hace nada”, señaló la comisaria.
Si bien es difícil evitar que las trabajadoras sexuales caminen, las autoridades si pueden ejercer control en los hostales a los que ingresan con sus clientes, ya que están incurriendo en una ilegalidad, manifestó el intendente de policía Fernando Silva, al ser consultado. “No podemos permitir este tipo de actividades que generan más problemas, lo mismo en cuanto a la venta de droga, por lo que es necesario realizar un trabajo interinstitucional con las correspondientes sanciones y de manera urgente”. Indicó que habrá una reunión para tratar el tema de manera conjunta con otras instancias a quienes les compete el asunto.