La ansiada reactivación económica ha provocado que un gran sector de la población se dedicara a la actividad comercial, la mayoría de manera informal, algunos de ellos han encontrado en las puertas de las escuelas, el mejor lugar para expender sus productos, desde juguetes hasta alimentos pre cocidos algunos de ellos.
El pasado jueves, este medio pudo verificar en una tarrina que tenía una alumna de la Escuela Quito, larvas en su interior que contenía chochos, chifles, tostado, cuero y ensalada, acompañamos a la madre de la niña hasta la persona que había expendido dicho producto y se pudo observar más larvas en el interior de los recipientes donde almacena los productos para la venta y la expendedora introduciendo sus manos en los productos sin guantes, desprovista de mascarilla y sin utilizar un traje apropiado para la comercialización de sus productos.
Esta experiencia dijo la afectada, ojala sirva para que las autoridades que tienen la responsabilidad de ejercer el control necesario, lo hagan de manera más efectiva y permanente a fin de que se salvaguarde la salud no solo de los estudiantes sino del pueblo en general porque son vendedores ambulantes que recorren toda la ciudad.